Comunicaciones Asamblea de Risaralda
Fotos: Pablo Calle y Álvaro Camacho Niño
"Pereira está en deuda con Ramón Elias Palau", dice historiador Víctor Zuluaga Gómez.
Historiador Sebastián Martínez Botero reitera que Pereira no comenzó con la misa del Padre Cañarte.
Especulación de tierra originó la villa; el café la consolidó: conferencista Jaime Montoya Ferrer.
Humildad y servicio le dieron el poder político a Mejía Duque, señaló profesor Guarín Medina.
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Retrato de Jesús María Ormaza prueba que ya había asentamiento para 1863.
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Con una amplia
participación ciudadana y en particular de representantes de la vida
pública del departamento y la ciudad, medios de comunicación y
enmarcada por la exposición “Antología Gráfica de Pereira” del
fotógrafo Álvaro Camacho, se cumplió en el recinto de la asamblea
departamental, el Conversatorio “Otras Miradas a la Historia”, en
el marco de la celebración del Sesquicentenario de la capital
risaraldense.
El evento, convocado
por la mesa directiva de la corporación, a iniciativa del Diputado
Alonso Molina Corrales, contó con el auspicio de la Universidad
Tecnológica de Pereira, la Lotería del Risaralda y la Corporación
Pro Homine y las destacadas exposiciones sobre la historia de
Pereira, de Sebastian Martínez Botero, Jaime Montoya Ferrer, Víctor
Zuluaga Gómez y Gustavo Guarín Medina, miembros de la Maestría de
Historia de la Universidad Tecnológica de Pereira.
Ponencias
Sebastián Martínez Botero
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El inicio no fue una misa.
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Un repaso por los
episodios que desde los inicios de la Villa de Cañarte, fueron dando
forma y perfilando el establecimiento poblacional de la ciudad, a
partir de los asentamientos alrededor de las vertientes de los Ríos
Cauca, Otún y Consota, hizo el historiador Sebastian Martínez
Botero, quien llamó la atención sobre los aportes que antes de los
procesos colonizadores se habían evidenciado en la pequeña aldea.
Lugares o referentes geográficos como San Jorge de Cartago, Pindaná
de los Zerrillos, El Camino del Quindío, El Salado de Consotá y El
Palenque de Egoyá, fueron mencionados como hitos geográficos
espaciales que están ligados indiscutiblemente a la historia de la
ciudad.
Contó, de otro lado,
cómo a partir de la repartición de tierras y conformación de
territorios, se institucionaliza el espacio con la regulación y
adopción de normas, lo que da origen a las figuras de Junta de
Vecinos, Parroquia, Junta de Acción Comunal, Junta Auxiliar
Legislativa, Comicio Corporación Municipal y Concejo Municipal.
Finalmente el cambio de nombres a través de la historia entre los
que se destaca Cartago Viejo, Villa de Robledo, Aldea de Pereira,
Pereira, Distrito de Pereira y Municipio de Pereira.
Jaime
Montoya Ferrer
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Fundación por empresarios de la tierra.
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El Historiador Jaime
Montoya Ferrer, por su parte, centró su ponencia sobre La Historia
Económica y Empresarial de Pereira. Explicó como en los incios la
actividad productiva de la ciudad fue definida por la dinámica
generada a partir de la disputa entre los estados soberanos de Cauca
y Antioquia.
El Camino del Privilegio, de Don Félix de Abadía, fue determinante, como canal de
comunicación entre las provincias. El proceso de colonización,
según él, fue tardío y atribuido entonces a comerciantes
especuladores de tierras que se movían en busca de mejores
condiciones para sus pretensiones poblacionales.
Primero se identifica
como influencia, el dominio de la colonización antioqueña y
posteriormente, la influencia administrativa del Cauca, lo que generó
la dinámica necesaria para los primeros emprendimientos en la
ciudad. Afirma que es a partir de la entrega de solares y terrenos
entre 32 y 54 hectáreas, que se define la estructura social de
pequeños propietarios, con potencialidad económica campesina y
comercial.
Fue, sin duda,
afirma, la cafetera, la primera actividad productiva de significativo
impacto en la ciudad y la región, con fincas como La Julia de Don
Luis Jaramillo Walker de clara visión empresarial, mediante procesos
productivos, de trilla y de comercialización. En 1912, Pereira
cuenta con 12 trilladoras de café, movidas por fuerza hidráulica y
eléctrica, 2 tostadoras de café, 6 establecimientos de caña, 2
salinas con 5.700 arrobas de producción, 2 fábricas de gaseosas y 2
más de cerveza, según archivos del concejo del año 1928.
Identifica la década
de 1920, como la época de oro del desarrollo manufacturero, afirma
el historiador y resalta como empresarios pioneros, nombres como
Alfonso Jaramillo, Santiago Londoño, Nepomuceno Vallejo, Roberto
Marulanda, Epifanio Gaviria, Manuel Mejía, Camilo Gutiérrez,
Ernesto Villegas y Eliseo Arbeláez, entre otros, quienes con sus
iniciativas asociativas, fueron constituyendo la primera dirigencia
empresarial de la ciudad. Como conclusión, destaca la importancia de
tres sectores de la economía que fueron determinantes para el
desarrollo de la ciudad: la cafetera, la comercial y la
manufacturera, como actividades preponderantes en la capital
risaraldense.
Victor
Zuluaga Gómez
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Palau se opuso a Pereira Gamba.
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A su turno, el
Historiador Víctor Zuluaga Gómez, rescata el aporte que a la ciudad
hizo a través de la historia Ramón Elías Palau, quien por su
cercanía al Presidente Mosquera, influyó notablemente en la
adjudicación de terrenos para los colonos de Cartago Viejo. Su
fidelidad al dirigente del Partido Nacional, le permitió ejercer
poder en esta zona y posibilitar que la aldea tuviera suficiente
fuerza y reconocimiento en materia de adjudicaciones como garantía
para mantener el respaldo al mandatario en esta región del
territorio nacional. Es esta, otra deuda de la historia con tan
importante personaje, en la definición territorial de la comarca.
Gustavo
Guarín Gaviria
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| Camilo Mejía Duque fue el amo de la política. |
Para concluir, el
Historiador Gustavo Guarín Gaviria, hizo una semblanza del
tradicional político caldense con amplia influencia en la actividad
proselitista de la región y de Pereira, Camilo Mejía Duque,
Caudillo liberal que por décadas sostuvo un liderazgo insuperable y
el suficiente respaldo de los caldenses y risaraldenses para acceder
al Congreso de la República.
La política en esta
parte del pais le pertenecía por escritura pública, alcanzaron a
decir muchos de sus seguidores que en su gran mayoría crearon lazos
afectivos con el dirigente liberal, a raíz muchos de ellos de su
condición de compadre con pereiranos y risaraldenses que concedieron
a él buena parte de sus hijos. Su modestia pareció ser condición
muy favorable para sus pretensiones políticas y finalmente resultó
ser reconocido como un buen administrador de la clientela y la
simpatía de hombres y mujeres que le refrendaban permanentemente su
confianza para orientar los destinos de la cosa pública en este
departamento. Hombre también ignorado en buena parte por la historia
y que hoy es rescatado en este conversatorio sobre la otra mirada a
la historia de la ciudad.
Lo que viene
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| Conocer el pasado, deber de los políticos. |
El diputado Alonso Molina Corrales agradeció el respaldo de la mesa directiva de la corporación y el acompañamiento de los diputados a la iniciativa cultural, el patrocinio de la Lotería de Risaralda, la Maestría de Historia de la Universidad Tecnológica de Pereira y la Corporación Pro Homine y el concurso de los expositores, con sus nuevos aportes a la historiografía local.
"Las tesis de los historiadores conocidas en el encuentro, deberían ser objeto de debate, dentro de la conmemoración de los ciento cincuenta años de fundación de Pereira, para alentar así el diálogo entre la academia, las instituciones del Estado, los políticos, las comunidades organizadas y los gremios de la produción sobre el pasado, presente y futuro de la urbe y la región", explicó Molina Corrales para luego agregar que desde la duma se continuará alentando la discusión histórica, se analizará la situación de los archivos oficiales, eclesiásticos, notariales y judiciales del departamento y los municipios y se liderará la preparación de la celebración de los primeros 10 lustros de vida de Risaralda como ente territorial.
