miércoles, diciembre 24, 2008

Carta de una pereirana ausente, pero grata

Santiago de Cali, diciembre de 2008


Honorable Concejal
ALONSO MOLINA CORRALES
Pereira


Respetado Concejal Molina:

Quiero transmitirle una preocupación de pereirana ausente.

El sábado 28 de noviembre estuve de visita en Pereira y tuve la oportunidad de asistir como espectadora a la celebración de la iniciación de la navidad, admiré el desfile, las luces, el confeti de colores brillantes, estaba muy emocionada por estar en mi tierra y bajo esa imponente lluvia de estrellas.

Luego, como pereirana que se respete, fui a caminar por la 7º y por la 8º hasta El Lago, aquí es donde comienza mi inquietud, pues encontré estas calles, especialmente los andenes de la octava, llenos de ventas de comida (con vitrinas, estufa, tanque de gas, sillas y todo incluido), cacharrerías, y toda clase de ventas que obstaculizan el paso en los andenes que en tiempo cercano fueron remodelados, ampliados y embellecidos para el disfrute de nuestras calles tradicionales, las cuales utilizamos desde hace muchos años para ir a la Catedral a la Santa Misa o al Lago a comer helados y ensalada de frutas, y en la nostalgia de los que ya contamos algunos añitos era el camino para ir a Abril a disfrutar del canto y la poesía.

Quiero transmitirle mi sentimiento y poner en sus manos y en la de sus colegas de la ciudad, el estudio de este posible uso indebido del espacio público, el cual debe ser utilizado como su nombre lo indica, para el bien común y no para la satisfacción de necesidades individuales, algunas de las cuales son respetables como el derecho al trabajo que en ningún caso está por encima de los demás ciudadanos, y con el creciente embellecimiento que ha tenido la ciudad en los últimos años.

Le deseo una Feliz Navidad y que el año próximo sea El Mejor,


María Elena Echeverri Jaramillo

sábado, diciembre 20, 2008

jueves, diciembre 18, 2008

Desde Las Termópilas

RESPUESTAS PARA LA CRISIS

Por Alonso Molina Corrales

Cuando nos aprestamos a dar por terminado un año más, miramos cara a cara una realidad que exige de nuestra audacia, imaginación, independencia y claridad de propósitos, para afrontarla con éxito. En 2008, cayó la última certeza, el mismo dogma nacido del aparente desplome de las verdades que sostuvieron el mundo bipolar pregorbachov: El imperio de una economía de mercado sin intervencionismo deL Estado y proclive a reducir a éste último a dimensiones ínfimas.

La crisis económica que enfrenta ahora el planeta y que aún no dimensionamos bien; los pobres resultados del neoliberalismo en América Latina, que hacen pensar en tres lustros perdidos en materia socioeconómica, y la ampliación de la brecha entre ricos y pobres, en una Colombia que ve engordar sin límite a sus empresarios, mientras el resto de la población escasamente sobrevive; son algunas de las razones que nos llevan a pensar, que a tono con la post modernidad cacareada por los relativistas y eclécticos, no hay fórmulas definitivas y mucho menos mágicas, en todo lo que es manufactura de la civilización humana.

Es como si estuviéramos a punto de darle apertura a un juego o poner en funcionamiento un aparato, sin instrucciones; o mejor o peor aún (de acuerdo a como se vea), con los manuales para ser redactados por los jugadores o usuarios según el caso y de acuerdo a la experiencia.

Por eso hablo de claridad de propósitos, independencia, imaginación y audacia, para enfrentar esa realidad que llega con el comienzo de un 2009 lleno de incertidumbres. ¿Cuáles son las metas que debe perseguir un país como el nuestro? ¿Esas metas atienden las necesidades de cada uno de los sectores de nuestra sociedad? ¿Somos capaces de tener una agenda económica soberana, acorde con unas políticas internacionales y domesticas guiadas por nuestras propias conveniencias y necesidades? ¿Estamos explorando nuevos caminos para la consecución de los cometidos trazados? ¿Cómo vamos en términos comerciales con la Unión Europea, la cuenca del Pacífico y nuestra propia subregión? ¿Hemos cumplido con las tareas requeridas para competir? ¿Cuál es el futuro de la lucha contra las drogas?

Las respuestas del actual gobierno colombiano se reducen a una fórmula poco imaginativa: La reelección. Más de lo mismo, pero en un país que siente que la coyuntura ha cambiado y sobre todo, con una clase empresarial que empieza a percibir la permanencia de Uribe en el poder, como un lastre peligroso, capaz de desestabilizar la nave donde han pasado muy bueno. Solo eso puede explicar la posición crítica de los grandes medios, antes disciplinados corifeos, que llevaron de cabestro a la opinión pública, hacia la hipnosis colectiva en la que ha estado sumido el país durante estos años.

Colombia tiene una gran herramienta política que es la Constitución vigente, fruto de un consenso sin antecedentes y cimentada sobre el respeto a la dignidad humana, la solidaridad y la responsabilidad, para afrontar el panorama incierto. Sus fines son claros, sus principios orientadores y sus instituciones inspiradas por la regla de oro de la democracia moderna, la división del poder público.

La ruta que lleva a la realización de sus metas y la consolidación del Estado Social de Derecho, sería el mejor itinerario para los actuales colombianos en la coyuntura presente. Pero eso no le gusta a Uribe Vélez, que pretende no solamente perpetuarse en el poder. Como consecuencia de su permanencia prolongada al frente del ejecutivo y la condición nominadora de este último, controlará también las decisiones de otras ramas y órganos del Estado; tales como las Cortes y el Banco de la República. La muerte del pensamiento de Montesquieu.

El Presidente no tiene ningún reato de consciencia y ya puso sus cartas sobre la mesa.

¿Nuestros compatriotas seguirán creyendo en una medicina que no obra y tiene efectos colaterales de alto impacto?

martes, diciembre 16, 2008

Sesquicentenario de Pereira: Reflexiones sobre ciudad

¿QUÉ PIENSAN LOS CONCEJALES DE PEREIRA SOBRE EL FUTURO DE LA CIUDAD?
Para animar la discusión acerca de la visión de ciudad que se quiere construir con ocasión del Sesquicentenario, EL CORREO DE ALONSO hizo un sondeo entre algunos de los concejales de Pereira, en torno a las dos últimas preguntas del cuestionario formulado para el primer encuentro de reflexión, el pasado primero de diciembre en el auditorio de la Fundacion Universitaria del Área Andina.

¿Qué obra y/o proyecto considera más importantes, para emprenderse en la ciudad en los próximos 10 anos?


Iván Naranjo: Parque central en terreno del batallón San Mateo.

Fernando Arias Cardona: Recuperación de fuentes hídricas.

Hernando Arcila: Saneamiento hídrico de Galicia.

Juan Carlos Reinales: Plan Maestro Vial.

Rubén Darío Orozco: Creación y ampliación de vías urbanas y actualización y modernización parques centrales de ciudad.

Peterson Lopera: Anillo longitudinal Avenida 30 de Agosto.

Milton René Chávez Molina: Parque de Flora y Fauna y solución Aeropuerto Matecaña.

Yesid Armando Rosso Forero: Adecuación del nuevo aeropuerto.

Piense en un regalo para Pereira, con motivo de su cumpleaños 150.

Fernando Arias: Centro Cultural en Cuba, en honor a Gildardo Castaño Orozco.

Juan Carlos Reinales: Gran escultura de Lucy Tejada en Plaza Cívica.

Juan Pablo Gallo Maya: Completar solución vial de Turín o terminar el Bulevar
de Egoyá o del Sesquicentenario.

Diomedes Toro Ortiz: Teleférico del Alto del Nudo.

Hernando Arcila: Teleférico del Alto del Nudo.

Iván Naranjo: 3 a 5 parques verdes nuevos.

Rubén Darío Orozco: Anillo longitudinal Avenida 30 de agosto.

Peterson Lopera: Mayor seguridad.

Álvaro Escobar González: Apertura Parque Temático de Flora y Fauna.

Milton René Chávez Molina: Un monumento.

Yesid Armando Rosso: Terminar Autopista del Café, con todas sus obras complementarias.

domingo, diciembre 07, 2008

Creado en Facebook, grupo para hablar de Pereira

El concejal liberal Alonso Molina Corrales creó un grupo en Facebook denominado "Pereira, ciudad con destino", con el propósito de motivar una reflexión para concertar una visión de futuro que una los esfuerzos de todos los estamentos de la capital de Risaralda, en pro de un porvenir que nos cobije a las pereiranas y pereiranos, raizales y adoptivos, sin distingo alguno.
El dirigente dijo que su visión futura de Pereira, es una urbe que sea competitiva en lo económico, equitativa en lo social, democrática y participativa en lo político y sostenible en lo ambiental. "Una ciudad caracterizada por el respeto a la dignidad humana y con una movilidad social que premie el estudio y el trabajo honrado", precisó.
Molina Corrales puntualizó diciendo que el nuevo grupo de discusión es un aporte a los trabajos preparatorios de la celebración del Sesquicentenario de fundación de Pereira.

Desde Las Termópilas


PROSPECTIVA DE CIUDAD: ¿COMERCIO O…?

Por Alonso Molina Corrales

Tuve la oportunidad de asistir al primer taller que sobre prospectiva de ciudad, se realizó en la Fundación Universitaria del Área Andina, dentro del marco preparatorio de la celebración del Sesquicentenario de Pereira. Los mundos de la academia, la administración pública, la política, la intelectualidad, la producción y la sociedad civil, se hicieron presentes para empezar a reflexionar sobre la visión de ciudad, que debe convertirse en el propósito colectivo de todos los estamentos pereiranos.

Por eso, en mi opinión, la pregunta más importante del cuestionario dispuesto para orientar la discusión, fue si Pereira debe consolidar una visión como Centro de Negocios y Servicios del Occidente Colombiano - tal como dicen que es en la actualidad - o plantear otra. Con ese cuestionamiento se afronta de una vez la tarea de imaginar la ciudad del futuro, pero también se da la oportunidad de revisar cómo se ha pensado la urbe en los tiempos pretéritos, pues con el interrogante se presume la concertación e implementación de un modelo económico sustentado en el comercio y la oferta de servicios.

Pienso que esa presunción es exagerada, aunque la actividad comercial ha sido la predominante y ha impactado el Producto Interno Bruto; mientras se perciben resultados negativos para el conjunto de la economía local, tal como lo mostró el concejal liberal Juan Pablo Gallo Maya en un reciente foro sobre el tema, convocado por el cabildo municipal.

No hay una visión económica impuesta o concertada, que haya privilegiado al comercio como la piedra angular de nuestro desarrollo, porque no han abundado en la ciudad espacios para reflexionar y concertar alrededor de materias tan complejas.

El florecimiento de grandes establecimientos mercantiles en la ciudad, no responde a una estrategia meditada e implementada por todos los estamentos en concierto. Cabalga sobre el lomo de la irrefrenable vocación comercial de una urbe, nacida alrededor de una fonda, en un cruce de caminos y que se encontró con su destino, cuando a don Valeriano Marulanda Arango se le ocurrió organizar en 1894, la primera feria que hizo célebre la plaza entre los mercaderes y tratantes del ámbito nacional.

También han contribuido las exenciones tributarias concedidas por la administración municipal; bienintencionadas, pero desarticuladas y sin la búsqueda de metas más ambiciosas que conseguir unos cuantos puestos de trabajo.

Por eso, uno de los retos de la reflexión sobre el modelo es cómo convertir la política tributaria del municipio en un motor del desarrollo de la ciudad; más allá de la visión alcabalera. Las exenciones en impuestos como el de industria y comercio, deben estar insertas en la estrategia de city marketing y de reactivación de todo el aparato productivo, concluyó desde hace tiempo el equipo de reflexión liderado por el diputado Ernesto Zuluaga Ramírez.

Por nuestra vocación, siempre podremos llegar a ser un centro de negocios y servicios, pero, ojala, como parte de una visión más amplia, que recoja las otras potencialidades de la urbe y su región, para que las estimule y apalanque. La riqueza generada por ese gran centro, debe quedarse en Pereira, destinada a la financiación de las actividades agropecuarias e industriales, la generación de empleo y la formación de recurso humano.

Para eso se deben estimular las actividades comerciales y de servicios que se encadenen con nuestros productores agropecuarios y nuestros pequeños, medianos y grandes industriales. Impuestos más bajos y trámites abreviados para los comerciantes y empresas de servicios, que compren sus materias primas, mercancías, insumos y elementos de trabajo a productores y proveedores pereiranos y de Risaralda.

El secreto para la adopción de un modelo económico de ciudad exitoso, radica en que sea una herramienta para el desarrollo de la urbe en su conjunto y en especial, para el progreso material y espiritual de sus habitantes. Ese es el manantial del civismo y eso es lo que nos ha enseñado la historia de Pereira. De lo contrario, tendremos en breve uno pocos mercaderes ricos y la mayor parte de la población en la informalidad o la marginación.


alonsomolinacorrales@gmail.com

Temas de ciudad


Desde Comisión Accidental del Concejo:
MOLINA CORRALES ABOGA POR EL DESARME DE LOS CIVILES, MÁS INTELIGENCIA POLICIAL Y LA CONSOLIDACION DE UN OBSERVATORIO DEL DELITO

*Comisión accidental pidió claridad sobre asesinatos de indigentes y travestis y la desaparición de jóvenes.

(Pereira, 2 de diciembre de 2008) Al presentar el informe final de la comisión accidental sobre seguridad y convivencia, el concejal liberal Alonso Molina Corrales enfatizó en la necesidad de desarmar a los civiles, en mejorar la inteligencia policial para anticiparse al hampa organizada y en la consolidación de un observatorio del delito que contribuya a la toma de decisiones en materia criminal.

Como coordinador de la mencionada comisión, el cabildante dirigió un arduo trabajo con la participación de los concejales Fernando Arias Cardona, Álvaro Escobar González, Juan Pablo Gallo Maya y Milton René Chávez Molina y que arrojó varias conclusiones y recomendaciones, entre las que se encuentra mantener la mencionada célula para profundizar en el tema y hacer monitoreo constante a la evolución de las condiciones de seguridad en la capital de Risaralda.

Del mismo modo, la comisión solicitó a las autoridades aclarar los hechos en que han sido asesinados en Pereira indigentes y travestis, así como las desapariciones de civiles en el Área Metropolitana. “Algunos de los concejales no podíamos dejar de expresar nuestra preocupación y rechazo por esta lamentable situación, que aún no se dilucida”, comentó el dirigente liberal.

Ante la plenaria del Concejo, Molina Corrales enunció las conclusiones y recomendaciones de la comisión. La concertación de un nuevo manual de convivencia, la intervención física y social de las zonas identificadas como más inseguras, la implementación de una estrategia de cultura ciudadana que garantice la autorregulación y pactos ciudadanos por la convivencia y concentrar acciones en la población joven, son tan solo algunas de las conclusiones y propuestas.

“Esta comisión accidental o alguna de las permanentes, deberá continuar el trabajo, pues quedó a medio camino. Creo que es necesario un gran encuentro con todas las autoridades en la materia y con los académicos especializados en el asunto, para que cifras en la mano, establezcamos líneas de acción para garantizar la seguridad y la convivencia en Pereira”, puntualizó el concejal liberal Alonso Molina Corrales.





miércoles, diciembre 03, 2008

Nota del Editor

Las siguientes son las columnas Desde Las Termópilas, publicada entre octubre y noviembre de 2008 en el Periódico La Tarde y que no habían sido incorporadas a "El Correo de Alonso" por problemas técnicos.

El Editor

Desde Las Termópilas


DE LA CALLE Y EL ESTALLIDO SOCIAL

Por Alonso Molina Corrales

En su última intervención como conferencista en el seminario económico ANIF – Fedesarrollo, el ex ministro Humberto De la Calle Lombana dijo que gracias a las FARC, no se había presentado un estallido social en el país, pues la protesta terminó repudiada por la opinión, como una más de las armas innobles del grupo subversivo (El Espectador, 27-11-08).

De la Calle junta varios argumentos acertados, para llegar a una conclusión falaz.

Es cierto que el extremismo “fariano” atenta contra el proyecto de una izquierda democrática capaz de gobernar a Colombia y es real que muchas de las expresiones de inconformismo social han sido asimiladas por el país en su conjunto, como una forma de atentar contra las instituciones. Lo que no es real es que esa satanización sea producto de un ejercicio mental libérrimo de esa entelequia dudosa que es la opinión pública.

El etiquetamiento malsano - con resultados fatales, en muchos casos – ha sido un arma del presidente Uribe Vélez para enfrentar a sus enemigos, desviar la atención del país de aquellos temas donde sale mal librado y proyectar la imagen de paladín de la república enfrentada al terrorismo. Fueron Uribe y sus ministros quienes, sin pasar por el Congreso, ni adelantar proceso judicial, proscribieron las huelgas, condenaron a los sindicalistas y convirtieron en terroristas a los disidentes, a los libres pensadores, a los opositores.

Esa estrategia ha sido posible gracias a los medios de comunicación de los grandes beneficiarios del régimen. Hace parte de la conspiración mediática, que embozo el rostro de la Colombia profunda e irredenta, que nunca tuvo respuestas por parte del Presidente, pero tampoco tuvo voz.

A renglón seguido, el ex ministro aboga por una estrategia que le salga al paso al gran estallido social, que augura luego de la inminente desaparición de las FARC.

Otra vez recurre el dirigente al malabarismo dialéctico, porque si va a ver una escalada de la confrontación social, es por el aplazamiento de la resolución de litigios con hondas raíces en la historia patria, atizados por la indiferencia, el cinismo y la violencia de los beneficiarios y sus agentes oficiales y por el carácter punible con el que Uribe y sus epígonos visten toda voz de inconformismo. No por la existencia de las FARC.

Lo interesante es que De la Calle, al prever la agudización de las luchas sociales, admite el ínfimo calado de la política social del régimen uribista, si es que tuvo una. Buenos negocios para unos pocos y la ampliación de la brecha entre ricos y pobres, con la consiguiente desaparición de la clase media, son los fenómenos catastróficos, que ya no puede tapar la ahora cuestionada política de Seguridad Democrática.

Otra afirmación cuestionable. De la Calle habla de la inminente desaparición de las FARC, hecho deseable que, muy a mi pesar, se pone en duda, al conocerse la forma macabra como algunos comandantes militares maquillaban de éxito sus informes de gestión. Me pregunto qué tanto pesan en la aritmética de la guerra, los falsos positivos.

Entonces ¿está equivocado el conferencista al hablar del estallido social? ¿Esa distorsión en el análisis por parte del ex ministro es inocente?

Sabemos del giro de De la Calle frente a la actual coyuntura. Ha marcado distancia frente al presidente Uribe y eso habla de su olfato político, pero al abordar el análisis de los hechos, se pone de manifiesto una visión sesgada por las responsabilidades que tuvo como puntal del actual régimen, en contraposición con la que debería tener uno de los hombres que ayudó a promulgar la Constitución de 1991 y su Estado Social de Derecho.

Su papel de áulico al servicio de gobiernos que han impedido la construcción del Estado Social de Derecho proyectado en el texto constitucional, del cual es casi un padre, contrastan con la imagen de De la Calle aclamado por la Asamblea Nacional Constituyente en pie, el día de la promulgación de la nueva carta.

Creo yo que necesita un acto de contrición más profundo y sincero.


Desde Las Termópilas


LA PUNTA DE LA PIRÁMIDE

Por Alonso Molina Corrales

Con todo lo que ocurre, no puedo dejar de pensar en una figura geométrica que reduce a unas cuantas y simples líneas la realidad nacional y lo que somos como nación: El triángulo.

El triángulo está presente en las formas de las tristemente célebres “pirámides”, un fenómeno que no creo explicado cuando se atribuye a la ingenuidad de las víctimas o al afán de lucro fácil del colombiano.

Las aristas de esas pirámides solo muestran aspectos limitados, de un asunto donde se combina nuestra ancestral inclinación por el atajo, con una gran conspiración para lavar dinero de diversa procedencia. Me pregunto: ¿cómo hicieron tantos para ahorrar e invertir, ganando tan poco?

El triángulo viaja también por los océanos septentrionales, determinando el contorno de los iceberg; que aunque no siempre tienen esa forma, la idea que da la mención de su punta me hace imaginarlos como pirámides flotantes.

Colombia, a pesar de estar en la zona tórrida del planeta, parece que hiciera todos los días un riesgoso recorrido por los gélidos mares del norte, pues siempre debe enfrentar ominosos escollos boyantes, ante los cuales solemos decir que “solo estamos viendo la punta del iceberg”.

Los pocos testimonios y confesiones de los ex jefes paramilitares, son la punta de un iceberg que rezuma sangre y que debería generar ahora, cuando prevemos la magnitud del genocidio, varias preguntas: ¿Los patrocinadores evidentes y agazapados de ese tipo de organizaciones criminales, conocían hasta dónde iban a llegar sus agentes oficiosos? ¿Cuál va a ser la posición de la Corte Penal Internacional, una vez pueda actuar dentro del marco del tratado internacional que vincula a Colombia? ¿Qué pasará con Álvaro Uribe Vélez cuando no pueda disponer de las herramientas que le proporciona su investidura?

Los falsos positivos y los desaparecidos son los pedazos que se desprenden del glacial flotante de la seguridad democrática. Muertos de utilería para alimentar un oscuro plan con fines macabros y que nos obliga a preguntar, si esas bajas sustentaban los exitosos indicadores de la lucha contra la guerrilla, entonces ¿cuál es la verdadera situación de la guerra? ¿Es real el anunciado colapso de las FARC?

Los planes departamentales de aguas son la punta de una conspiración que tiene como objetivo, despojar a los municipios del servicio de acueducto y saneamiento hídrico, porque para el Gobierno del presidente Uribe le fue difícil escriturar las cuencas hidrográficas a los particulares, o como se les conoce en el argot privatizador, operadores especializados. Bien por la Corte Constitucional.

Los síntomas recesivos de la economía colombiana, son la parte superior de un témpano piramidal de proporciones inimaginables, que emergió cuando nos dimos cuenta de que los buenos indicadores locales, no provenían de comportamientos endógenos y por el contrario, eran parte de la histeria consumista y especulativa global.

Los intereses norteamericanos, una clase empresarial emergente y sin escrúpulos y la corrupción a todo nivel son las puntas de un triangulo situacional, que se comporta como un círculo vicioso, dentro del cual está la población inerme y una visión de Estado que proclama la Constitución de 1991. Un triángulo que hace las veces del iceberg contra el cual puede chocar la nave de nuestra institucionalidad.

En este mar que cruza Colombia, cada barco podría tener su iceberg, tal como el Titánic tuvo el suyo con naufragio incluido.

Desde Las Termópilas

RESPETO HUMANO

Por Alonso Molina Corrales

Una de las celebraciones que demandará de los colombianos una actitud reflexiva, democrática y patriótica será la del 7 de agosto de 2019, cuando se cumplan los doscientos años de la batalla de Boyacá y, según el gobierno, dos centurias de vida independiente.
Por esa razón, se diseñó un plan que tiene a Colombia y a la fecha mencionada, como el horizonte mental dentro del cual se deberán alcanzar metas estratégicas capaces de redimir a la Nación de la pobreza, la corrupción y la violencia y encausarla por la ruta del desarrollo.
Más allá de la discusión histórica y política, sobre lo acertado de identificar la batalla de Boyacá como el suceso que dio inicio a nuestra vida como república independiente, la fecha misma nos lleva a hacer valoraciones cruciales, a la luz de sucesos recientes que involucran a las Fuerzas Militares con hechos criminales de suma gravedad.
Cuando se conmemora la batalla de Boyacá, también se honra al Ejercito de Colombia, a esa fuerza que derrotó a los españoles una y otra vez, hasta expulsarlos de la Nueva Granada y de América y que a lo largo del siglo XX forjó una gran reputación por su profesionalismo, su apego al ordenamiento constitucional y legal de un país afecto a los incisos y su postura apolítica, no beligerante en términos proselitistas.
El papel jugado el 9 de abril de 1948 en apoyo al gobierno legítimo de Mariano Ospina Pérez, a pesar de ofertas relacionadas con la instauración de un gobierno castrense dada la gravedad de la revuelta, fue un argumento para apuntalar ese respeto, que luego se generalizó cuando las Fuerzas Militares protegieron la vida y honra de ciudadanos inermes y comunidades enteras, amenazadas por el accionar criminal de los ¨chulavitas¨, la policía partidista de entonces, y de los bandoleros alzados en armas contra el presidente Laureano Gómez.
La aplicación de la tesis de seguridad hemisférica liderada por los Estados Unidos de América, luego del triunfo de la Revolución Cubana, el fracaso de Bahía Cochinos y la crisis de los misiles soviéticos, involucró a las fuerzas militares latinoamericanas en una lucha contra las propuestas anticapitalistas de los populistas locales y de los partidos y grupos armados impulsados desde La Habana, Moscú y Pekín, que fue más allá de combatir la insurgencia bélica. Los esfuerzos de la inteligencia militar y de las distintas armas, estuvo en ocasiones documentadas, al servicio de quienes pretendían lograr el consenso por medio de la desaparición de los antagonistas y disidentes.
Lamentablemente, el Ejército de Colombia no fue la excepción y hace parte de las páginas tristes de la historia nacional, su defensa de una institucionalidad parapetada en la intolerancia y la violación sistemática de los derechos humanos, durante una época en que el estado de sitio era la norma para gobernar al país.
El de ahora es un Ejército que debe compartir con la mayoría de los colombianos inermes y trabajadores, la meta de derrotar a los grupos armados ilegales de cualquier filiación y acabar con el narcotráfico y el flagelo del secuestro, con arreglo a los fines, principios e instituciones de nuestro Estado Social de Derecho, que se cimenta en la dignidad humana, la solidaridad y la responsabilidad. Sus triunfos contra la subversión brillan más, cuando se comprueba que sus acciones son ejemplo de la forma como deben actuar los guardianes de una democracia fundamentada en el acatamiento de la ley y el respeto del ser humano.
Por todo lo anterior, la desvinculación de importantes oficiales del Ejército, como consecuencia del caso de los jóvenes de Soacha, es obvia, pero no suficiente. La institución castrense y el gobierno nacional deben ir hasta las últimas consecuencias, con el objeto de determinar si lo ocurrido es algo episódico o, por el contrario, es un mal generalizado que amerite otro tipo de medidas, incluyendo aquellas con efectos en el estamento político, como sería una eventual salida del Ministro de Defensa.
De acuerdo a la reseña de arriba, nuestras fuerzas militares y sus actuaciones, son el reflejo del centro de impulsión política, revestido de una legitimidad formal, que siempre ha merecido el acatamiento de los soldados.

Desde Las Termópilas


NUEVA SEDE

Por Alonso Molina Corrales


Se podría decir que los periódicos son la expresión del vigor de una ciudad y que en muchos casos, sus páginas son como la huella digital de todo lo que caracteriza a cada urbe en lo político, en lo social, en lo económico y en lo cultural.

Desde muy temprano, surgió entre los pereiranos el interés de expresar ideas, exponer habilidades literarias y dar cuenta de los acontecimientos parroquiales, a través de la publicación de periódicos, que fueron reflejando con su desigual y corta aparición, la evolución de una aldea con pretensiones.

Siguiendo esa tradición, hoy por hoy, Pereira se bosqueja a mano alzada ante los ojos de propios y extraños, cuando decimos que desde mediados de 1975 circula el periódico La Tarde, un matutino con nombre de vespertino, que ha sido protagonista y notario mediático del desarrollo de la capital de Risaralda.

Hoy, cuando inaugura su nueva sede en la vía que conduce a Armenia, quienes hemos estados asociados a la vida reciente del rotativo, nos sentimos orgullosos y agradecidos, pues la inversión hecha no solo implica mejoramiento del producto final recibido por los lectores. También es una apuesta por Pereira y su porvenir.

Durante los seis años largos en que trabajé como periodista de esta casa editorial, me tocó laborar en la vieja residencia de la familia Molina en la carrera 9ª entre calles 20 y 21, que luego se convirtió en la moderna sede que albergó al personal y los equipos del rotativo, hasta el trasteo a las instalaciones que se inauguran hoy con presencia del Presidente de la República.

Recuerdo la sala de redacción de la vieja sede: El patio fue techado y cerrado con una división de madera burda, para albergar los escritorios de los redactores que, con su algarabía y sus cigarros, convertían la hora de cierre de la edición en una experiencia no apta para cardiacos.

Fueron muchas las horas que allí pasamos, pues el periódico no solo era nuestro lugar de trabajo. Para la mayoría de periodistas provenientes de otras ciudades, La Tarde también era como la casa y los compañeros de labores hacían las veces de las familias que habíamos tenido que dejar atrás. Luego de entregar las respectivas páginas, demorábamos la salida, pues preferíamos quedarnos compartiendo con los del turno de la noche, que afrontar la soledad de un cuarto de alquiler.

El edificio que ocupó el lugar de la vieja casona, abrió sus puertas cuando en el país se preparaba para estrenar Constitución Política y se experimentaba una sensación de optimismo. Todo olía a nuevo; no solo la institucionalidad política, también los muebles de la moderna sala de redacción, que en nada se parecía a la que habíamos ocupado durante tantos años.

Al igual que antes, la inauguración de las nuevas instalaciones de La Tarde en la vía a Armenia, será la apertura de otra etapa que involucrará a toda la casa editorial y a Pereira misma, pues el impulso que implica la mudanza, mejorará la lectura que diariamente el medio de comunicación hace de la ciudad y sus gentes.

Felicitaciones.