lunes, febrero 12, 2007

12 de febrero de 2007

Desde Las Termópilas
A PROPÓSITO DE PERIODISTAS EN SU DÍA

Por Alonso Molina Corrales
Por acción de la Ley 918 del 15 de diciembre de 2004, el Día del Periodista ya no se celebra el 9 de febrero, fecha en que circuló por primera vez en el año 1791, el “Papel Periódico de la Ciudad de Santa Fe de Bogotá”, fundado por el cubano Manuel del Socorro Rodríguez y que se considera como el punto de partida del periodismo colombiano, entendido éste como el que genera la circulación periódica y continua de un producto comunicacional.

Fijó la nueva ley como día clásico de los periodistas, el 4 de agosto, pues en el proceso de formación de la norma, se identificó esta fecha como aquella en que en 1793, Antonio Nariño tradujo e imprimió copias de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.

Muchos puristas han aplaudido la decisión, pues consideran que la acción de Nariño tiene mucha mayor significación, por lo clandestina y subversiva, que la de Manuel del Socorro Rodríguez, quien dio inicio a la publicación que lo hizo célebre, con el permiso y el apoyo del Virrey Ezpeleta; lo que implica un contubernio inadmisible para el libérrimo ejercicio del periodismo.

Lejos de esa discusión de índole filosófico, nos debemos preguntar por la fecha del 4 de agosto, pues no es claro que ese día de 1793 Nariño haya publicado el líbelo que le causó tantas desgracias. Muchos historiadores nacionales no se atreven a dar una fecha exacta sobre el día de la publicación, mientras que Enrique Santos Molano, biógrafo juicioso del Precursor, señala que la publicación fue el domingo 15 de diciembre del mencionado año.

De otra parte, apoyándonos en el mismo Santos Molano y en aplicación del criterio que llevó inicialmente a escoger la fecha en que circuló por primera vez el Papel Periódico de la Ciudad de Santa Fe de Bogotá, como día clásico del periodismo; es decir, por que era una publicación periódica y permanente; se podría haber designado el 22 de marzo, ya que ese día en el año 1887, vio la luz en Medellín El Espectador, con lo que se da inicio al periodismo moderno en Colombia y se pone en manos de los lectores una publicación caracterizada por su independencia y su impronta de oposición.

También para animar la discusión, me parece una ligereza haber desechado las fechas en que por tres ocasiones circuló el Aviso del Terremoto, periódico editado en Santa Fe de Bogotá para dar cuenta de los estragos causados por un sismo acaecido el 12 de julio de 1785 y que se constituye en la primera noticia impresa en el Nuevo Reino de Granada.

Está abierto el debate.

Entre tanto, lo obligatorio ahora es reconocer el papel de los periodistas en la consolidación de Colombia como Nación y en el asentamiento de las instituciones democráticas; a veces tan imperfectas como el ejercicio mismo del oficio de que hablamos, pero tan echadas de menos cuando dan paso a la tiranía, al igual que se extraña el resplandor de la verdad, al encontrarse amordazada la prensa.
alonsomolinacorrales@gmail.com