lunes, julio 31, 2006

El Correo #26


Pereira, Julio 31 de 2006 #26
Apuntes del editor
Asuntos que preocupan
A medida que se conocen los alcances de la reforma tributaria del Presidente Álvaro Uribe Vélez y de su Ministro de Hacienda Carrasquilla, el horizonte para millones de colombianos se oscurece; el de los colombianos que pelean por no despeñarse más allá de la línea de la pobreza y de los colombianos desposeídos que se niegan a ser contados entre la suma creciente de indigentes. Sorprende el cinismo con que encaran el innoble reto de aniquilar los sueños de los necios que le apostaron a cuatro años más de lo mismo y de los que no lo hicimos y fuimos aplastados por la gran conspiración mediática, que ahogó el debate y nos metió a Uribe por ojos, oídos, nariz y boca. Carrasquilla llega al Capitolio a presentar su proyecto, acompañado de cámaras de televisión y de un gran séquito, que secunda las acciones del régimen, en procura de las migajas que caen de la alta mesa.
El gobierno dice que el proyecto le apunta a una reforma tributaria neutra, porque no implica nuevo ingresos para el Estado. Pero tampoco para las clases medias y para la pobrecia; por el contrario, la iniciativa los pone a pagar IVA en la comida y aumenta la base de ciudadanos cuyos salarios serán objeto de la retención en la fuente. ¿Si eso es neutro, cómo sería entonces una reforma orientada a recaudar más y mayores impuestos?
Lo más grave es que nada se puede esperar del Congreso de la República, donde la mayoría uribista es decisiva y al parecer, actuará con la precisión de un reloj suizo y sin consideración ninguna con los sectores sociales amenazados por la iniciativa.
La nueva Presidente de la rama legislativa, Dilian Francisca Toro Abadía, ha dicho que brindará todas las garantías, pero hay pesimismo. Sin embargo, el Polo Democrático Alternativo anunció que presentará su propio proyecto de reforma tributaria, eliminando el IVA para todos los artículos de la canasta familiar y a todas las operaciones de sus cadenas productivas respectivas, lo que asegura al menos una discusión enriquecida, donde tendremos que participar todos los estamentos sociales.
Claro, previendo que la docilidad del Congreso de la República no será una virtud de la opinión que se expresa a través de los medios de comunicación, el proyecto de reforma tributaria, alegando la protección a la libertad de prensa, no grava con el IVA a los periódicos, con lo cual los condiciona y el Gobierno Uribe hace carambola, pues en la mayoría de los casos, estas casas editoriales tienen intereses e inciden en la televisión incidental y por suscripción, en la radio y en otros medios alternativos… Los mismos que le aseguraron la reelección al mandatario. ¿Gratitud o prevención?
BAGATELAS
Periodismo para la memoria

Por Alonso Molina Corrales

Por estas épocas de reforma tributaria, no dejan de venir a mi memoria, los hechos que constituyeron la llamada Revolución de los Comuneros, entre finales de 1780 y marzo de 1782 y que fueron motivados, justamente, por la imposición de nuevos tributos, para financiar la guerra que la corona española sostenía con Inglaterra.

Uno de los momentos más importantes, fue el levantamiento en la ciudad del Socorro, el 16 de marzo de 1781, alentado por una mujer llamada Manuela Beltrán, que rompió el edicto fijado por el Regente Visitador Don Juan Francisco Gutiérrez de Piñeres, para anunciar los nuevos gravámenes a productos de consumo generalizado.

Luego, pasó de todo: Los ejércitos realistas fueron arrollados por la horda de campesinos y artesanos, que enardecidos marcharon hacia Santa Fe de Bogotá, gritando “Viva el Rey y muera el mal gobierno”. Con dificultad, los alzados fueron convencidos de negociar en Zipaquirá, a instancias del Arzobispo Caballero y Góngora, quien con su presencia bendijo unos acuerdos que beneficiaban a los Comuneros y con su silencio se hizo cómplice de su incumplimiento por parte del Virrey Manuel Antonio Flórez. Los líderes del movimiento fueron procesados y ejecutados en forma cruel, para escarmiento de las presentes y futuras generaciones. Imposición, engaño, traición y represión, ya eran entonces protagonistas de nuestra historia patria.

Pero hoy no podemos hablar de imposición, de engaño, ni de traición, pues el gobierno del Presidente Álvaro Uribe Vélez hará en materia tributaria, lo que siempre dijo que quería hacer y no había podido, incluso con referendo de por medio. Ahora, con el aval que le da esa aplastante y según los hechos, inerte mayoría, el Jefe del Estado se prepara para dar otra vuelta a la tuerca, con la frialdad del odontólogo: una reforma tributaria del tamaño de sus sueños.

Como anestesia, ofrece devolver el IVA que se recaude a los estratos 1 y 2, a través de cheques girados a las familias inscritas en el Sisben y que seguramente serán entregados en el marco de los Consejos Comunitarios de Gobierno, con lo que esos encuentros televisados serán más emocionantes, al mostrar al Príncipe derrotando la pobreza, mientras las clase media se extingue sin doliente.

¿Será que merecemos los mandatarios que tenemos?
A propósito de una visita
Un par de tintos con Alberto Salcedo Ramos *
Por Franklin Molano Gaona

-Aló, aló. Si el señor Albero Salcedo Ramos, por favor. Preguntó el periodista.

-Si con él. Quién me necesita. Anotó Salcedo del otro lado del teléfono.

-Cómo le va. El periodista se identificó con su nombre completo y su actual ocupación e indagó a Salcedo por un espacio en su agenda del día siguiente con el fin de hablar y realizarle una entrevista.

-Hombre muy agradecido. Veámonos ahí en la Feria del Libro. En el pabellón G, a eso de las 6:00 de la tarde. Allí te espero, y sin decir más colgó.

La cita se acordó minutos antes de la lectura del más reciente libro de Juan José Hoyos, brillante cronista de Medellín, que se dio a conocer en el escenario periodístico con una entrevista a Pablo Escobar Gaviria, a quien magistralmente Hoyos desnudó como uno de los capos del narcotráfico más importantes del mundo.

El encuentro entre Salcedo Ramos y el periodista se dio en Bogotá en un atardecer frío y con amenaza de lluvia y en medio de una deslucida Feria Internacional del Libro, que ese año no había traído a figuras literarias de renombre ni mucho menos conferencistas que convocaran el lleno de público en las salas.

Al llegar al lugar acordado, el joven comunicador buscó a Salcedo y lo halló a pocos metros de la entrada del pabellón G. Estaba sentado en una mesa redonda conversando con personas, que tenían en común, chaquetas largas y oscuras para espantar el frío y un deslumbrante conocimiento sobre la literatura Latinoamericana.

Sin vacilar, el periodista se presentó y al único que saludó de mano fue a Salcedo Ramos.

-Tráete una silla y conversamos. Anotó Salcedo.

El comunicador se acomodó, sacó su libreta, destapó su espero y desenfundó su grabadora marca Sony de color gris.

-Y de qué vamos a hablar. Preguntó en tono firme Salcedo.

-Quiero que hablemos sobre sus personajes, cómo los encuentra y qué técnicas utiliza. Replicó de inmediato el escritor.

Salcedo Ramos saltó a la crónica con textos que rescatan personajes del deporte que en su momento fueron ídolos pero que la memoria y la prodigiosa pluma de este barranquillero de 44 años de edad se niegan a olvidar. De él se conoce El arbitro que expulsó a Pelé, ganador de un premio de periodismo Simón Bolívar y El Oro y la Oscuridad, semblanza del boxeador Antonio Cervantes ‘Kid’ Pambelé, por citar algunos de sus manuscritos.

Salcedo se acomodó de nuevo en la silla y lo primero que dijo fue: “En el caso de la escogencia de los personajes hay que provocar cierta familiaridad que surge entre los personajes y el cronista”.

Minutos después cruzó su pierna derecha sobre la izquierda y sentenció: “el narrador debe entrar en esa entraña que rodea al sujeto. En su alma y debe lograr descifrarla con el fin de que el lector conozca esos episodios que quizá la gente no conoce. El narrador debe dejar en el papel esa dosis de bondad y de maldad del personaje. Para contar buenas historias se necesita de esas dosis de maldad que ofrece el personaje, maldad que por supuesto también tiene un límite”.

Y en ese punto se detuvo y le advirtió al periodista: “¡Ojo no se trata de linchar al personaje, ni de fusilarlo ni menos colocarle una aureola! No, debe ser una mezcla entre Superman y Woody Allen. Se necesita un ojo perverso. Hay que mostrar lo malo y lo bueno de ese personaje”.

Con un nuevo tinto recomendó: “Busquen personajes de extremos. Que hayan vivido mucho. Que tengan mucho para contar y muéstrenle a las personas esas personajes que han estado en lo más alto y en lo más bajo”.

Se despuntó su chaqueta, se volvió a acomodar en la silla y sugirió los siguientes pasos: “Acudan a los periódicos, las revistas y documentos. Luego vayan a la familia y los amigos y dejen para lo último el personaje. Cuando lleguen a él, no lo hagan sentir parte de su trabajo, que no sienta que con ese personaje se gana la vida el periodista. Debe eso sí, generar cierta confianza que le permita al personaje entender que además de que el periodista esta haciendo su trabajo, el periodista sienta las cosas que ese personaje siente, que el periodista se acerque pero que no haya complicidad”.

Con su mano izquierda un poco levantada, advirtió: “No se convierta en su manager o su representante. El periodista debe escribir su historia y no la que el personaje quiere que se publique”.

“Pero hay cosas duras y complejas. En alguna ocasión me enviaron a entrevistar a un compositor y la cita se acordó a las 8:00 de la mañana y al llegar a su casa me recibió con un vaso de whisky, luego empezó a agredir de manera verbal a la mujer con la que vivía….eso plantea un dilema: qué se cuenta y qué no. Esa escena yo la viví y eso quedó grabado….Pero dónde está el límite. Lo del vaso de whisky quedó. Si él sabe que yo soy periodista y voy hacia su casa y me recibe con esa bebida, creo que poco lo interesa. Lo del maltrato a la mujer no lo coloqué por respeto a ella. Lo hice pensando en ella”.

Luego de ese testimonio, al comunicador se le vino a la cabeza un episodio similar, que también le contó a Salcedo Ramos. “En alguna ocasión el periódico decidió hacerle unos perfiles a los candidatos a la alcaldía de Pereira. En esa época Luis Alberto Duque, quien luego perdió su vida al estrellar su carro particular contra un colector de basuras de la empresa de Aseo, era uno de los más opcionados. El candidato me citó en su casa a las 7:00 de la mañana, donde me recibió sin camisa.

Mientras me hablaba terminaba de vestirse y luego de 20 minutos de charla, gritó a uno de sus hijos. Lo que hice cuando estaba escribiendo la historia, fue dejar que salió a recibirme sin camisa, mientras yo veía su obeso y pálido dorso, y me reserve -por repuesto- que insultaba a sus hijos.

Los escritos de Salcedo cuentan con un gran sentido estético y literario sin transgredir y sin caer hacia el cuento. Es virtuoso. Es periodismo literario puro. No es rebuscado, es sencillo. Logra descubrir al personaje sin que sea falso. Va al grano y no traiciona las fuentes. Es un escritor muy cotidiano.

Un nuevo tinto sirvió para hablar de la lectura de periódicos. “La prensa se lee para estar enterado de lo que ocurre y muchas veces en sus páginas aparecen historias. No me satisface un periódico que informe pero que no este bien escrito. No me interesa”.

El encuentro finalizó cuando el periodista le preguntó por la poesía y en ese instante a Salcedo Ramos se le abrieron los ojos: “la poesía me gusta y me seduce, pero la mejor poesía es la que va fluyendo de manera poética. Soy enemigo de la poetización, sobre todo cuando no tiene nada que ver con la historia, “……El sol a los lejos del horizonte…..”, esa es una postal. La poesía enriquece la forma y puede estar en todo. Hay que saber juntar el periodismo y la poesía”.

* Salcedo Ramos estará este miércoles 2 de agosto en el auditorio de Comfamiliar del centro de Pereira donde ofrecerá una conferencia con motivo del día del periodista

Desde el Andarivel
Padres e hijos
Por Carlos Victoria
La moralidad de estos tiempos es cualquier cosa. En nombre de la libertad y otras férulas, el hegemon arremete contra pueblos insumisos. El hambre pulula, aunque las cifras del crecimiento económico traslapen espejismos. En 1958 Camus sentenciaba que cada uno para justificarse, se apoya en el crimen del otro. En fin, la moral en las actuales afugias resulta una mercancía más, un producto con muchos aspavientos pero digerible. Es más: Dios es el comodín para justificar hasta la desgracia humana.

Tal vez por largo tiempo los colombianos y colombianas, por venia de una cultura con sus luces y sombras, estábamos a la espera de que algún día un sacerdote raso asumiera su condición de procreador, cuestión inevitable pero disimulable. Así fue. El nombre no nos importa, ni las circunstancias. Aquí lo que vale es que este religioso –abrigado en Santander- abrió el confesionario de sus culpas para dejar ver ese ser humano con su descendencia terrenal.
El pastor de marras – ahora expulsado del infierno patrio - ha dejado en pié un hecho incontenible: ha llegado la hora para que la iglesia católica se reinvidique ante su feligresía y deje a un lado la doble moral que la desprestigia. Ayer fueron los escándalos en Estados Unidos y otras sociedades conservadoras. Hoy puede ser cualquier pueblo de Colombia, donde los santos varones asuman sin pena ni gloria el predicado de su papel de reproductores, con su descendencia de niños y jóvenes de apellidos postizos.
Aquí en la comarca por doquier se tejen historias, rumores y chismes, como parte de la censura social que discurre por debajo de la mesa, a la sazón de la esfinge del moralismo anodino que nos caracteriza, tanto hacia los reverendos, como de ellos hacia nosotros. Es explicable en una sociedad crucificada por el miedo y la falta de carácter para asumir sin desparpajo lo que somos finalmente: un conglomerado humano con aberraciones y flaquezas, con sus ruidos y silenciosos perversos.
Por supuesto que no hay nada nuevo en este tipo de hechos. Es decir de estos curas-padres. Lo canalla, para los fieles que acuden a los servicios religiosos católicos, es que el canal de comunicación de Dios con el ecosistema espiritual esté plagado de pastorcitos mentirosos. Convivencia clandestina y marrullera, ante su temor de ser juzgados – moralmente – por los hombres; porque de la justicia divina no nos consta nada. Habrá que repetir con el legendario Patxi Andion “Padre Pueblo haznos caer en la tentación de la libertad”. Esa que solo reclamamos para confesarnos en público.
No es el tono inquisidor de los jerarcas, ni la balbuceante condición de nuestra prensa, ni mucho menos los golpes de pecho de los moralistas de cartel, lo que apagará el incendio de la carne clerical. A futuro es probable que hilemos por un camino menos alucinante. Una reforma profunda, pero humana y de calado liberal, que le abra paso a un sacerdocio sin castos pero tampoco de discípulos camuflados. Por lo pronto me caso con aquellos y aquellas (digo religiosos y religiosas) que sin aspavientos no viven del cuento. Viven para el cuento, que es otra cosa. Los demás construyen una realidad social cada vez más telúrica, pero irrisoria.
El sueño en vigilia

Diccionario de la Irreal Academia de la Lengua Viperina

Por: Álvaro Camacho Andrade

Alicante: Pedirle al turco Alí que interprete una canción
Aramea: Hace sus necesidades mientras trabaja en la huerta
Cacorreo: Ladrón encarcelado
Contesta: Inteligente
Dádiva: Entrega una diosa
Decapitar: Pitar diez veces
Decena: Invite a comer
Decomiso: Paseo de olla
Depresión: Olla pitadora
Despista: ¡Por favor da vía!
Docentes: Un par de seres
Estúpido: Muy espeso

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El Correo #25

Pereira, Julio 21 de 2006 #25

Apuntes del editor

A PROPÓSITO DEL NUEVO PROYECTO DE REFORMA TRIBUTARIA Y OTRAS “BOBADITAS”

El Presidente de la República Alvaro Uribe Vélez ya está aplicando la agenda prevista para su segundo mandato y que – hay que decir la verdad – no es oculta o al menos, en lo referente a la reforma tributaria, no es contradictoria con su evidente intención de resolver de fondo los problemas de financiamiento del Estado.

El proyecto de reforma tributaria anunciado por su Ministro de Hacienda tiene la intención de simplificar el sistema tributario, lo que es sano en un país donde el estatuto que lo regula supera los mil artículos y contempla gravámenes antitécnicos y regresivos como el famoso 4x1000.

Pero ahí es donde salta lo contradictorio de las intenciones del gobierno, pues todo parece indicar que este último impuesto podría ser dejado intacto, por ser una de las más importantes fuentes de ingresos de los últimos años.

En su intención de ampliar la base tributaria, el Gobierno de Uribe propone un impuesto a las ventas generalizado para más productos de la canasta familiar y aumentarlo para algunos ya gravados – del 10% para unos y del 16% para otros -, lo que sumado al incremento del impuesto a la renta para los asalariados, pone sobre los hombros de los más pobres, la responsabilidad de ir cerrando la brecha que implica el déficit fiscal colombiano.

La zanahoria es la devolución de ese impuesto a las ventas a las familias inscritas en el Sisben (estratos 1 y 2). Una medida poco práctica, que contribuirá a que ese tristemente célebre sistema de selección de beneficiarios, siga siendo un foco de iniquidad, politiquería y corrupción.

Pero sin duda, lo más preocupante es la incertidumbre que hay sobre las transferencias de la Nación a las entidades territoriales, pues hay señales contradictorias. Mientras unos hablan concretamente de reducirlas, con el pretexto de atacar el déficit fiscal y frenar la corrupción que tiene como objetivo esos recursos del Sistema General de Participación y de las regalías, otros hablan de congelarlas o al menos amararlas a una cifra igual a la utilizada para atender a la población beneficiada.

Y es preocupante, porque ese panorama oscuro se torna en una amenaza contra la autonomía, si recordamos que hace pocos días el Vicepresidente de la República, Francisco Santos; que ha tomado el lugar de Fernando Londoño Hoyos, en la misión de expresar los sentimientos más truculentos del régimen; anunció que el Gobierno Nacional presentará un proyecto de acto legislativo que le permitiría disolver los gobiernos de los municipios y departamentos, cuando se compruebe la proclividad de aquellos en ciertas conductas punibles.

Si lo expresado por el alto funcionario es cierto y no algo que se le ocurrió de repente, de un plumazo el gobierno de Uribe Vélez, desconoce la autonomía de las entidades territoriales promulgada por la Constitución Política, usurpa el papel del Ministerio Público, encargado de adelantar los procesos disciplinarios contra los funcionarios públicos y suplanta el papel de la ciudadanía, cuya voluntad determinó la elección de sus gobernantes locales y puede expresarse luego en contra de los mismos, por medio de la revocatoria del mandato.

Lo grave es que de las intenciones del Presidente Álvaro Uribe Vélez siempre hemos tenido noticias y una mayoría aplastante de colombianos lo reeligieron. Los mismos que hoy pagarán; junto con el resto de nosotros, claro; más impuestos y padecerán los recortes en los programas de salud, educación, agua potable y saneamiento básico, como consecuencia del posible congelamiento de las transferencias.


BAGATELAS*
Periodismo para la memoria

Por Alonso Molina Corrales

Cuando era un niño, el 20 de julio tenía una connotación especial, pues en mi tierra natal, Guadalajara de Buga, se celebraba por esas fechas una importante feria agropecuaria. Como a eso se sumaba que el Batallón Palacé hacía su despliegue bélico por las estrechas calles de la pequeña ciudad, en memoria de los insurrectos del florero de Llorente, deberán concluir todos que ese era un día de carnaval.

Después, en el colegio, supe con detalle los sucesos que dieron inicio a la andadura que despeñó por los desfiladeros de la historia, a toda una generación de jóvenes aristócratas, enardecidos por las ideas de la Ilustración.

Una generación trágica, la llamó Gabriel García Márquez, en su bien logrado guión literario de una serie de televisión que en 1991, R.T.I. Televisión puso en el aire como una recordación de los protagonistas de los hechos que llevaron al Grito de Independencia del 20 de julio de 1810 y a la guerra de liberación que libraron neogranadinos y venezolanos hasta 1819.

Las historias individuales de cada uno de esos dirigentes improvisados, que en la mayoría de los casos pasaron sin escala de los pupitres de San Bartolomé y el Rosario, a las tribunas y a los campos de batalla, le dan la razón a nuestro Nóbel.

Empecemos por Antonio Nariño, que para ese 20 de julio de 1810, ya tenía laceraciones en tobillos y muñecas por los grillos que lo retuvieron en las bóvedas de Cartagena de Indias y lo privaron de hacer parte de la revuelta santafereña. Después, su humanidad siguió siendo carne de presidio por largos años y ni siquiera la independencia lo libró de sus enemigos, que quisieron
escamotearle su gloria, cuando se opusieron a su nombramiento como senador de la Gran Colombia, acusándolo de delitos infundados.

Camilo Torres, Francisco José de Caldas, el canónigo Rosillo, José María Carbonell, entre otros, fueron procesados y ejecutados por la represión española, luego de que fracasaron en su intento de construir una republica como la soñada por sus modelos franceses y norteamericanos.

Toda una generación; pero yo diría que fueron varias, que, al coincidir en el tiempo y en el espacio, interpretaron el momento histórico que vivía el mundo de Occidente y trajeron a estas selvas y escarpadas montañas, las luces nuevas que proclamaban la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad.

La mayoría de esos contemporáneos, se consumieron en el fuego de esas antorchas libertarias, pero abrieron el camino hacia una lucha que logró movilizar a los pueblos de la América Meridional, en el entendido que esta no era solamente una causa caprichosa de los criollos letrados y ricos. También recogía las expectativas de los afroamericanos e indígenas, sometidos a la esclavitud y a la servidumbre, por más de trescientos años.

¿Cuál es la pasión que nos consume a nosotros, los hombres y mujeres colombianos de este comienzo de milenio? ¿Cuál es el sueño que debemos perseguir en colectivo, para dignificar nuestra vida y aportar a la construcción de la eterna utopía de un mundo mejor?

Será que esas preguntas rondaron nuestros cerebros, cuando al son de tambores y trompetas desfilaron este 20 de julio pasado los soldados en frente nuestro y volvimos a sentir el compás marcial en nuestros estómagos, como cuando éramos niños.


*Bagatelas, periodismo para la memoria, también se transmite los miércoles y los viernes a las 5:30 p.m. en el boletín de la Emisora Cultural Remigio Antonio Cañarte.
La columna de Marulo

UNA SEMANA ENTRE “REDONDECES“

Por: Edison Marulanda Peña

¿Cuáles son los temas de conversación del país? Antes de que aparezca algún estudio o encuesta, presumo que son el sexo, los realitys, el fútbol y la política menuda.

La semana que pasó comenzó con dos noticias que cruzan tres de los cuatro temas mencionados.

Una propuesta tan ingeniosa y audaz que sólo podría ocurrírsele al vicepresidente Francisco Santos. Colombia debe conseguir la sede del Campeonato Mundial de Fútbol del 2014.

El heredero del talento y encanto de todo “el santoral” de El Tiempo, tan pronto soltó esta idea puso a opinar el país (de seguir esta línea muy pronto logrará arrebatarle al ex presidente López su título de “poner a pensar el país”).

Los periodistas de los medios de comunicación de la capital, que adoran a “Pachito” -así le dicen- como un colega ejemplar que ha demostrado que con inteligencia, trabajo y una voluntad de acero se puede escalar la cumbre más elevada del poder público sin necesidad de ser “hijo de papi”, abrieron sus micrófonos y cámaras; llamaron a los analistas, a los iniciados, a los no alineados, al dios del Olimpo futbolístico Carlos Antonio Vélez, inclusive despotricaron algunos cansones que siempre hablan de pobreza y miseria: que cuántos hospitales se han cerrado, que el déficit fiscal si existe y es de 5,3 billones y equivale al 1,89 por ciento del PIB (Portafolio, 19-07-2006) según el aguafiestas del Contralor General de la República, Antonio Hernández Gamarra, -que no debe estar haciéndolo por cumplir su misión de vigilar el gasto público, sino porque envidia el aire de hombre apuesto y la sonrisa seductora del ministro de Hacienda Carrasquilla-; se colaron también los que no pierden oportunidad de hablar mal del Gobierno más patriótico –por el uso de “la patria” en cada discurso y alocución presidencial-, los economistas, las damas grises, rosadas, amarillas, pelimoradas. ¡Esto si es democracia y participación ciudadana!

La segunda noticia tiene como protagonista a una mujer, Virginia Vallejo. Esta presentadora y modelo que nunca fue nominada a primera dama de la televisión, que modulaba con elegancia en los micrófonos de la tele y la radio (¿Recuerdan al inicio de los 80 el programa “Llegaron las mujeres”, en la cadena Caracol de lunes a viernes con Virginia, Amparito, Tulia Eugenia?), la misma que con sus piernas permitía descansar la vista de nuestra pobre humanidad tan agobiada y doliente. Cualquier día ella, en un momento de reflexión y a lo mejor inspirada en la filosofía de ese líder espiritual costeño que dijo “es mejor ser rico que pobre”, decidió abandonar las cabinas y las luces de los estudios para modular de manera exclusiva por el micrófono de don Pablo Escobar.

Justo cuando doña María Victoria, la viuda de Escobar Gaviria, estaba a punto de aplicarle a la Vallejo, que fue su rival en la sombra, aquellos versos de Borges, “el olvido es la única venganza y el único perdón” –en su exilio de Buenos Aires que otra cosa podrá hacer ella que leer un poeta de la tierra que la acoge- reaparece la ex presentadora. Pero no para pedir trabajo en algún canal, aunque fuese en RCN o Caracol. No. Dando una muestra de expiación y de coraje ofrece colaborar en el proceso legal contra el ex senador Albero Santofimio, sindicado de ser autor intelectual del asesinato del dirigente Luis Carlos Galán.

Lástima que la redonda y rutilante idea del vice Santos fue eclipsada por las “redondeces” de Virginia, aunque estas últimas sólo sean un lugar en la memoria de las audiencias de los años 80. Y ojalá dejen de especular los malpensantes, quienes dicen que la propuesta del Mundial de Fútbol tenía visos de una estrategia mediática de la Casa de Nariño para atenuar el impacto negativo de la imagen del Presidente por la reforma tributaria que nos viene pierna arriba.


TRIBULACIONES

Virgilio Olano Bustos

Por ALVARO ZULUAGA RAMIREZ

Falleció “en la hora lorquiana de las cinco de la tarde del viernes 14” como bien lo explicó Julián Parra Díaz en su tendido 7, el médico, poeta y humanista Virgilio Olano Bustos quien había nacido en Bogotá en el año de gracia de 1945, médico cirujano, hombre de letras y poseedor de una vastísima cultura dejó huella imborrable entre la intelectualidad internacional, por sus méritos recibió títulos honoris causa en las universidades de Hankuk, Taipei y Barranquilla, fue miembro de todas las sociedades nacionales que se relacionan con la medicina, la tauromaquia y la ideología bolivariana.

Este reconocido humanista fue también embajador de Colombia en distintos países y ciudades (Corea, Filipinas, Indonesia, Ronda) y su constante recorrido de orden consular se ve reflejado en los diagnósticos que escribió sobre casi todos los rincones del mundo, volcando la realidad en delicadas piezas literarias.Tales inclinaciones le valieron títulos tan importantes como el de Caballero de la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén, Poeta laureado de la Asociación Mundial de Poetas, la Beca Bartolina, las llaves de la ciudad de Manila y las llaves de los Viñedos Papales de Avignón. Entre su abundante producción podemos mencionar las siguientes obras: Libros de Poesía: ¿Yo Poeta?, Hojas de Cirugía, Sangre, Luces, Sol y Sombra (Romancero), Zoonetos infantiles, Mi raza (traducido a siete idiomas), Sonetos por docenas, Sonetos de infarto, las obras de teatro: Al diablo con la pezuña (Sainete), La portalina (Sainete infantil), además de los siguientes trabajos científicos: Conducta ideal en la atrofia esofágica, Variaciones del tubo en T, La "Embolada" del Colédoco, La salud de los hombres famosos. Su fecundo paso por la novela nos dejó Olimpo S.O.S., Tras la senda de Manolete, Los guantes blancos del cirujano, Horus, Junior, Cometas (pensamientos), Las casas de cultura en Cundinamarca, Hōpitel Bogotá, Diccionario de rimas y Sor Angélica.
Amigo entrañable de Pereira nos visitó en múltiples oportunidades, la última cuando en compañía del expresidente Belisario Betancur hicimos la inauguración de la sede de la Academia Pereirana de Historia con la biblioteca donada por este último en homenaje a su amigo Bernardo Ramírez. Allí pudimos disfrutar de su sapientísima conversación y de sus exquisitos modales. Después nos maravilló con su charla sobre el caballero hidalgo en la celebración de los 400 años de su publicación como parte integral de la IX Feria del Libro.
Su corazón no aguantó más, otro infarto le arrebató la vida al director del cuerpo médico de la plaza de toros de Santamaría de Bogotá, otra de sus pasiones: el arte de Cúchares, y fue precisamente en la plaza de Sevilla donde le empezaron las molestias que terminaron con su vida. Se va uno de los más brillantes pensadores del mundo contemporáneo y nos deja el legado de toda una vida dedicada al arte y la cultura. Paz en su tumba y un abrazo solidario para todos sus apesadumbrados familiares y amigos, en especial a su querida amiga Martha Lucía Eastman Vélez.
Una U en el globo
Con el fin de dar a conocer los diferentes aspectos asociados con la internacionalización de la Universidad, la dirección de Proyección Social de la UCPR ha organizado para la próxima semana una jornada académica sobre el tema en compañía de diferentes actores y expertos de la ciudad y del país.
De este modo se pretende aportar a los estudiantes, docentes, directivos y en general a la comunidad universitaria de la ciudad herramientas para enfrentar el reto de la globalización desde la Educación Superior.
Bajo la coordinación de la doctora Gloria Lucy García Buitrago, directora de Proyección Social de la Universidad Católica Popular del Risaralda, se desarrollará la siguiente programación:
Lunes 24
- Conferencia: La internacionalización de la Educación Superior en Colombia. Dra Isabel Cristina Jaramillo Vélez, consultora internacional. Sala del Estudiante Francisco Nel Jiménez UCPR- 2:00 p.m.
- Taller de evaluación de las universidades en el tema de internacionalización 4:00 p.m.
Martes 25
- Conferencia: Oportunidades, programas, becas y créditos para estudiar en el exterior. Dra Norma Patricia Montoya, directora ICETEX Risaralda. Salón Oval UCPR 10:00 a.m.
Miércoles 26
- Conferencia: Programa de crédito beca de COLFUTURO. Dra Rosa María Salazar. Coordinadora de Consejería Académica- Colfuturo Bogotá. Salón Oval UCPR 10 a.m.
Jueves 27
- Conferencia: Conexión sin fronteras. La internacionalización de la Educación de la Educación Superior, primer paso hacia la globalización. AISEC- Pereira Sala del Estudiante Francisco Nel Jiménez UCPR 2:00 p.m.
Viernes 28
- Conferencia: El intercambio, la mejor opción para aprender, perfeccionar o practicar un idioma extranjero. Dra Blanca Luz Uribe de J. Representante de ASPECT para Risaralda. Salón de Postgrados UCPR- 11 a.m.
- Conferencia: La internacionalización de la investigación. Margarita Lombana, directora de relaciones internacionales de la UTP. Salón de Postgrados. 2 p.m.
- Lanzamiento PORTAL de internacionalización de la UCPR. Dirección Administrativa 2:00 p.m.
A VECES LLEGAN CARTAS

Sobre El Correo # 24
Que bueno. Una sensación indescriptible y tristeza de no haber nacido en los años cuarenta es lo que provoca el contenido de este correo. ¡Felicitaciones! No es torpe pensar que dentro de unos años pueda salir un periódico que uno quiera coleccionar. Muy bueno, excelente.
Arnulfo Molina

Hablando de Don Manuel y del # 24
Después de tantos comentarios inermes una vez que con justicia se entregó el premio de Vida y Obra a nuestro fotógrafo de la nostalgia, y ya cuando la muerte lo llamó a cerrar los ojos y mirar desde otra óptica el territorio que legó en sus cuadros de luz y sombra, Don Manuel García se reconoce finalmente por muchos como merecedor de este premio. Lástima por ellos que no supieron apreciar los tesoros de este viejo apasionado. Menos mal por otros que siempre han acudido a sus fotografías como registro obligado de nuestra memoria. Que bueno que no dejaste pasar el evento e hiciste un homenaje merecido.
Carolina Robledo Silvestre

Otro perfumista
Señores El Correo:
Muy bueno el artículo de Edison Marulanda sobre otro tema que me gusta tanto como la música: los olores. A la hora de hacer tantas cosas en la vida, los olores son el mejor aliciente, por no decir el único. De hecho me parece que conozco al neurótico que menciona. Por tratarse de un personaje tan maravilloso, Jean Baptiste Grenouille, Edison debería contarle a sus lectores que se trata del protagonista de la novela El Perfume de Patrik Suskind. Incluso, ¡Como nos gustaría un perfil de él !, aprovechando que se está especializando en el género.

Un abrazo y gracias por el detalle de enviarnos el correo.

Alexis Mejía


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El Correo #24


Pereira, Julio 21 de 2006

Apuntes del Editor

Don Manuel García, el fotógrafo de Pereira:
GRACIAS POR HABERLE PUESTO IMAGENES A LA NOSTALGIA

La semana anterior, murió en Pereira a los 93 años, Don Manuel García, quien fuera el más importante fotógrafo de la ciudad. Su lente captó la parábola rutilante que llevó a una aldea a convertirse en lo que es hoy: el epicentro de la más promisoria ciudad región de Colombia.

En agosto de 2005, fue galardonado con el Premio a la Vida y Obra de un Periodista, en el marco del VI Premio Regional de Periodismo Hernán Castaño Hincapié. El jurado de entonces dijo de Don Manuel: “La historia de Pereira y de sus habitantes está narrada bellamente por las cámaras de Manuel, plasmando en cada acontecer los progresos, fracasos, angustias y alegrías de una región enriquecida por la generosidad de su Creador y de sus gentes”.

Para quienes aprendimos la historia de nuestra tierra adoptiva, en los textos de Hugo Ángel, Euclides Jaramillo, Luís Carlos González y Ricardo Sánchez, entre otros y “velamos nuestras armas” al son de los bambucos desvelados de El Páramo, Don Manuel García llenó de imágenes esa nostalgia que tomamos prestada y que hoy nos convierte en pereiranos por convicción. Paz en su tumba.
BAGATELAS
Periodismo para la memoria

Por Alonso Molina Corrales

La frustración generada por el carácter restringido de nuestra democracia; la permanente vigencia del Estado de Sitio, que recortaba las garantías políticas y civiles; la pobreza que, como una condena inapelable e imprescriptible, sumía desde siempre en la desesperación a la mayor parte de la población; el crecimiento de los grupos armados al margen de la ley, la corrupción administrativa a todo nivel y el posicionamiento del narcotráfico como cultura y alternativa de vida para los marginados y desadaptados, confluyeron exacerbados a finales de los ochenta y determinaron una de las más graves crisis políticas y sociales en la historia de Colombia.

El cadáver abaleado de Luís Carlos Galán Sarmiento parecía ser la representación de los despojos de nuestra nación, sitiada por las peores plagas y asfixiada en la propia estrechez de sus instituciones.

Para quienes la búsqueda de un país más justo y democrático pasaba por la reforma integral de sus instituciones políticas, a través de cambios radicales en la Constitución vigente desde 1886, la gran talanquera no solo estaba representada por un Congreso reacio a introducir modificaciones en la Carta Superior, que según ella era el único autorizado para transformarla. También la Corte Suprema de Justicia se había opuesto a cualquier reforma tramitada por fuera de ese dispendioso camino.

Los intentos por cambiar la carta, adelantados en los gobiernos de los presidentes Alfonso López Michelsen y Julio César Turbay Ayala, fueron declarados inexequibles por el alto tribunal, haciendo gala de su adhesión a eso que en Colombia llamamos la juridicidad. Los magistrados insistían en que la Constitución solo podía ser reformada a través de un trámite especial al interior del Congreso de la República, donde estaban los más feroces defensores de un statu quo que les beneficiaba.

Pero para comienzos del decenio del noventa, las lacras que minaban el camino de la nación colombiana – en especial el deterioro del orden público - llevaron a que se experimentara un cambio en la posición de la mayoría de los estamentos sociales, al cual no fueron ajenos los dirigentes políticos y los integrantes de las altas cortes.

Así fue como la Corte Suprema de Justicia admitió que era consecuente con el Estado de Sitio vigente, el decreto 927 del 1990, que autorizó a la ciudadanía expresar en las elecciones presidenciales del 27 de mayo de ese año, si estaba de acuerdo con la convocatoria de una Asamblea Nacional Constitucional. Posteriormente, declaró exequible el decreto 1926 del 24 de agosto de 1990, por medio del cual el Presidente César Gaviria Trujillo convocó para la conformación de la mencionada corporación.

Al cabo de años de frustración, el cuerpo social en su conjunto - incluidos los sacerdotes del altar de los incisos - dio muestras de imaginación, consecuencia y voluntad política para salir del atolladero. Una especie de iluminación colectiva nos llevó a embarcarnos en esta aventura que aún no termina: la construcción de un Estado Social de Derecho.


La Columna de Marulo

PEREIRA OLFATEADA

Por: Edison Marulanda Peña
Dedicado a Jean Baptiste Grenouille

Cuando se conoce una ciudad –en este caso el conocimiento es una condición para quererla- uno debería ser capaz de hacer su descripción con los ojos cerrados a partir del olfato, con esa precisión del ritual de los amantes.

¿Qué olor(es) tiene Pereira? Propongo un recorrido diferente por su geografía humana y física desde el sentido del olfato, por medio de un cuestionario.

1. ¿Qué olor tiene la ciudad al despertarse? 2. ¿Es la noche pereirana pródiga en olores, además de serlo en sonidos gracias a la proliferación de bares para jóvenes y de casinos donde los adultos liberan adrenalina o aplazan el encuentro con la soledad desnuda? 3. ¿Cuál es el olor del Estadio Hernán Ramírez Villegas cuando no hay temporada de fútbol? 4. ¿A qué huelen los hombres y las mujeres antes y después de la infidelidad? 5. ¿Estaría completo el paisaje de la carrera séptima si desaparecieran los olores y la fiesta multicolor de los puestos de frutas?

Para conocer a qué huele la vida de la mayoría de la población, no hay una manera más adecuada que trabajar de funcionario con la misión de atender a los ciudadanos, detrás de una ventanilla, una caja registradora, un mostrador, una taquilla.

6. ¿A qué huelen las telas, con su diversidad de texturas y la recreación de los colores, en los almacenes de la carrera octava? 7. ¿Podría ignorar el aroma penetrante que despiden los Cafés del centro y la pulpa del café natural en las fincas? 8. ¿Huelen las feministas pereiranas la discriminación y los conflictos de género con olfato más entrenado que el de los “líderes de opinión” que guardan silencio?

9. ¿Le huele bien que suene el teléfono del apartamento, contesta y se trata de una grabación con la voz de la gerente de Telefónica de Pereira-EPM, diciéndole que tiene un plan preferencial que puede consultar, pero a usted y a mí nos huele a que es parte de una estrategia para posicionar “otro producto”, su candidatura no anunciada a la alcaldía?

10. ¿Es filósofo y se queja porque le impide pensar el fuerte olor de feromonas que hay los viernes desde las 4:00 p.m.? 11. ¿Disfruta el olor de los puestos de chorizos del Lago Uribe Uribe o protesta cada vez que transita por el lugar aduciendo que “esa fetidez” es un atentado más grave que el colesterol, porque una noche cualquiera derribará a San Antonio María Claret fatigado de otear el parque desde la cúpula?

12. ¿Cómo huele la tristeza de un niño desplazado que duerme a la intemperie sobre un andén de la sexta? 13. ¿Cuál es su olor favorito? 14. ¿Sabe si tiene una neurosis o una obsesión con el olor de las manos y, además, es recaudador de impuestos?

15. ¿Es un adulto que reniega de la rinitis crónica que le acabó el olfato político y por esta razón votó por Ernesto Zuluaga o Iván Marulanda?

Pereira, que tiene imaginario femenino, debe saber que en el juego de la seducción y, después, durante la convivencia, un olor vale más que mil imágenes. ¡Y no hay que ser otorrinolaringólogo para descubrirlo!


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El Correo #23


Pereira, Julio 7 de 2006 #23

Apuntes del Editor

Tras quince años de vigencia

LA DEFENSA DE LA CONSTITUCIÓN ES LA MISIÓN HISTORICA DE LOS COLOMBIANOS DEL SIGLO XXI

Todavía resuena el eco de las reiteradas diatribas del doctor Fernando Londoño Hoyos contra las instituciones de la Constitución Política de 1991, cuando oficiaba como Adelantado del entonces Presidente electo de Colombia, Álvaro Uribe Vélez y después, cuando ya despachaba como Ministro del Interior y de Justicia.

Para ese momento, no era claro si los disparos contra la institucionalidad que representa la carta fundamental provenían del armero particular del funcionario, en un arrebato de imprudencia o eran originarios del arsenal del propio Presidente Uribe, interesado también en acertarle al jabalí. Ahora hay mayores certezas:

Una norma incomoda
Hoy sabemos por las obras del régimen, que podría ser más cómodo para el mandatario una carta política menos garantista, despojada quizás de lo que Londoño Hoyos llamó “resabios procesales” y que no son otra cosa que los derechos y las herramientas que para su defensa y realización incorporó la Asamblea Nacional Constituyente al ordenamiento jurídico nacional.
Inicio

Pruebas
Prueba de lo anterior, son los proyectos de acto legislativo que se cocinan en el Palacio de Nariño y que pretenden introducir reformas a la acción de tutela, la más célebre hija de la Carta del 91, y el interés del mandatario por terciar en el enfrentamiento entre la Corte Constitucional y las demás instancias superiores de la rama judicial del Poder Público, por el tema de la acción de tutela contra sentencias de los jueces. Un encuentro que con ese propósito y a puerta cerrada se efectuó hace pocas semanas, entre el Presidente de la República y los magistrados, dejó un mal sabor y sus últimas declaraciones sobre su decisión de ser imparcial frente a ese tema, confirman lo razonable de esa sensación.

También obran como material probatorio la misma introducción de la reelección presidencial, sin disponer lo necesario para garantizar que los pesos y contrapesos característicos del Estado de Derecho funcionen en debida forma y el desprecio por la autonomía de las entidades territoriales, cuyas instituciones se ven atropelladas y expuestas cuando el Presidente resuelve demostrar, en los Consejos Comunitarios, que si sabe mandar, incluso más allá de sus propias facultades.

Su espíritu asusta a los delincuentes
Así las cosas, es claro que a pesar de sus floridos quince años de vida, la Constitución de 1991 y en particular algunas de sus instituciones más importantes están en la mira de quienes, enarbolando la bandera del Estado Comunitario, sueñan con que éste sea pequeño, insensible e irresponsable. Como quien dice, la amenaza contra la visión de futuro que de manera concertada y participativa se pactó hace quince años sigue latente y hoy más que nunca, cuando Uribe Vélez se apresta a iniciar su segundo mandato.

La vigencia del Estado Social de Derecho fundado en el respeto de la dignidad humana, es un dedo que acusa a todos aquellos sectores que han construido su poder y su riqueza hollando lo más sagrado. Todo el que ha matado, perseguido, desplazado, expoliado, hurtado, defraudado, desaparecido, prostituido y traficado para medrar y aumentar sus privilegios, es expuesto sistemáticamente por un ordenamiento jurídico como el nuestro, que inoperante ahora, podrá ser en el futuro implacable con los bandidos, si todos nos comprometemos con la lucha y con la realización de los fines esenciales del artículo 2º de la Constitución Política de Colombia.

Sigue siendo el camino
El apetito que despierta nuestra carta en sus enemigos, es la evidencia de que el horizonte trazado en ella, gracias a la gran labor de la Asamblea Nacional Constituyente, es el que debe concitar las voluntades de todos nuestros estamentos sociales y convertirse en el gran propósito nacional o la visión de futuro reclamada por quienes han denunciado que no tenemos rumbo.

Por el contrario, sí lo tenemos y desde hace quince años, fruto de la concertación y no de una derrota y habla de la construcción de un Estado que asegure la vida, la convivencia, el trabajo, la justicia, la igualdad, el conocimiento, la libertad y la paz, pues solo esos propósitos justifican su propia existencia.

Hacer realidad ese Estado y la realización y preservación de los bienes jurídicos que promulga, se convierte entonces en el reto capaz de unir en un solo haz, a las generaciones que coincidimos en este lugar y en este tiempo. Es, indudablemente, nuestra misión histórica, la de los colombianos del siglo XXI.
En defensa del Estado Social de Derecho
Consecuentes con el deber de cerrar filas en torno al Estado Social de Derecho, de sus principios y garantías y de sus instituciones, un grupo de comunicadores sociales, periodistas, abogados y profesionales de la educación, han creado la Corporación Pro Homine, cuyo lema “para que sus derechos se realicen”, es un compromiso con la defensa de las facultades otorgadas por la Constitución de 1991 a la totalidad de los colombianos.

Aprovechando las competencias y habilidades de estos profesionales, Pro Homine orientará sus esfuerzos a la producción de material comunicacional que contribuya a la promoción de los derechos consagrados por nuestra Constitución Política y de sus mecanismos de defensa, así como de la divulgación y la utilización de las herramientas de participación ciudadana contemplados en el mismo texto normativo superior.

Desde ya El Correo le augura mucho éxito a la nueva organización y adhiere a los propósitos que la animan.

BAGATELAS
Periodismo para la memoria

Por Alonso Molina Corrales

La noche del 4 de julio de 1991, cuando los tres presidentes de la Asamblea Nacional Constituyente, Álvaro Gómez Hurtado, Antonio Navarro Wolf y Horacio Serpa Uribe, leyeron en coro la frase sacramental que promulgó la nueva Constitución Política de Colombia, fuimos testigos, en vivo y en directo, de un acontecimiento sin precedentes en la historia de esta nación.

Las cartas políticas anteriores, incluyendo la de 1886, que la literatura dotó de perfiles míticos, habían sido la consecuencia de imposiciones apuntaladas con bayonetas u obedecían al ascenso de un determinado grupo de poder, que necesitaba moldear el ordenamiento jurídico nacional a la medida de sus necesidades. En síntesis, eran las Constituciones dictadas por los vencedores para someter a los vencidos.

La de 1830, llamada por algunos como nonata porque vio la luz cuando la Gran Colombia había dejado de existir, fue la de los amigos del Libertador Simón Bolívar y la de 1832, la de los afectos al General Francisco de Paula Santander. La de 1843 nace bajo el violento influjo de quienes se impusieron en la Guerra de los Supremos, mientras que la de 1852 es promulgada por quienes se opusieron a la dictadura del General José María Melo y sus aliados los artesanos. La de 1863 o de Rionegro, fue la carta política de los liberales radicales que habían dirigido la única revolución triunfante en la historia de Colombia contra el régimen conservador de Mariano Ospina Rodríguez y la de 1886 es la expresión del triunfo militar y político de Rafael Núñez, los conservadores y su Regeneración.

Por el contrario, la de 1991 era el resultado de un gran consenso logrado dentro del ámbito de una Asamblea Nacional Constituyentes, elegida en forma popular por los ciudadanos e integrada por setenta y cuatro delegatarios provenientes de todas las fuerzas políticas y organizaciones sociales interesadas en la búsqueda de salidas políticas a la crisis institucional del decenio de los ochentas.
Tal vez por eso, la media lengua de Navarro Wolf, el modulado tono de Gómez Hurtado y el dejo santandereano de Serpa Uribe, crearon aquella noche de julio de 1991, la mejor de las armonías, aquella que debería servir de fondo a la portentosa sinfonía de una Nación en marcha hacia el más promisorio de sus futuros.
La Columna de Marulo

Alberto Lleras Camargo, el periodista memorable

Por: Edison Marulanda Peña

Para entender y valorar el periodismo del siglo XX, no sólo de Colombia sino de América, es imprescindible conocer la obra del periodista Alberto Lleras Camargo (1906-1990).

Este colombiano de la generación de Los Nuevos (Germán Arciniegas, Luís Tejada, Hernando Téllez, Jorge Zalamea) se distinguió por ser un intelectual y un demócrata que pensaba, escribía y actuaba inspirado por los valores de la razón y la libertad. Como hombre moderno, comprendió que la democracia real y la modernidad estaban por construirse en un país donde prevalecían el fanatismo religioso, la intolerancia política y el poder se entendía como dominación y no como herramienta para edificar la justicia y la igualdad de derechos, que conducen a la paz.

Su tarea permanente de humanista y escritor público lo llevó a ser fundador de medios como la revista Semana en 1946 y ser laureado por la Sociedad Interamericana de Prensa, SIP, por su columna de la Revista Visión -de México- donde escribió hasta la mitad de los años 70, cuando se enteró que el dictador Anastasio Somoza había adquirido un paquete de acciones; Lleras Camargo renunció de manera irrevocable, siendo consecuente con su moral de demócrata.

De su huella perdurable en el arduo y solitario mundo de las letras y sus aportes a la construcción de la civilidad en nuestro continente, dan testimonio algunos reconocimientos: el 8 de abril de 1960, en solemne acto, le fue conferido por la Universidad johns Hopkins de Baltimore, el título de Doctor Honoris Causa; el 28 de julio del mismo año fue recibido como miembro de la Academia Colombiana de la Lengua; en 1963 la Universidad de Antioquia le otorgó el Doctorado Honoris Causa en Ciencias Morales y Políticas; el 13 de diciembre de 1973 recibió el Premio de Derechos Humanos del Congreso Judío Latinoamericano; en 1981 le entregaron el Premio “Simón Bolívar” por toda una vida dedicada al periodismo.

El Correo y este columnista, se suman al justo tributo que el país le hace, al haberse cumplido el 3 de julio el centenario de su nacimiento en Bogotá.

El texto que hoy compartimos, plantea una reflexión sobre el papel del escritor en una sociedad abierta y lo ejemplifica con Jorge Luis Borges, incomprendido y atacado por no hacer militancia política:
COMPROMISO DEL ESCRITOR

Por: Alberto Lleras Camargo


Borges, ciego, llega conducido por sus amigos, a la Universidad de Columbia, en Nueva York, y desde la calle alguien vocifera contra el autor de El Aleph por razones desconocidas, pero presumibles. Más tarde, en una mesa redonda de escritores latinoamericanos, se le pregunta, en tono contencioso por qué no escribe sobre la guerra de Vietnam o sobre la pobreza. Jorge Luis se limita a decir que sería igualmente válido que se le reprochara por qué no escribe sobre César o Jorge V. Advierte que él escribe sobre lo que sabe y sobre sus temas. Es una manera sencilla de hacer a un lado despectivamente la cuestión que parece preocupar tanto a los literatos de la onda revolucionaria. Que quieren que todo el mundo esté comprometido con un modo común de sentir, de ver, de pensar, siempre que sea el suyo. Un escritor como Borges que ha dedicado su laboriosa existencia a la poesía, al acrónico relato de las aventuras de los seres imaginarios, a todo lo que no ha existido jamás fuera de los libros, los suyos y los ajenos, les parece, pues, un descastado, un vagabundo, un hombre sin notable utilidad.

Lo que realmente quieren los escritores comprometidos es que quien quiera que se siente a escribir se coloque de antemano en una posición que subordinaría buena parte de la literatura y de la poesía a un programa político de protesta. No hay mucha diferencia entre esta posición y las estrechísimas alternativas que tiene un escritor soviético o chino para expresarse. Sólo que esa conducta, en su caso, sería adoptada libremente, lo que la hace, si algo, menos lógica y digna. El artista, en general, es un creador de universos imprevisibles y someterlos a la dialéctica de las plataformas políticas es destruir, ante todo, su gracia. Un gran escritor puede ser, y no pocas veces ha sido, políticamente eficaz. Borges mismo, presionado por la insolencia del peronismo, tuvo su minuto de acción. Pero el escritor siempre debe conservar su libertad de creación que los exégetas de la nueva izquierda someten a torturante disciplina y a una investigación tan rigurosa como la que Lenin imponía a los escritos filosóficos o políticos de sus compañeros y adversarios. Las desviaciones de la línea revolucionaria no pueden ser, no serán jamás, un crimen estético, pero los comprometidos las juzgan así. No hay mucha diferencia a pesar de las distancias enormes de cultura, entre la manera como reaccionan los escritores comprometidos y los músicos que se han entregado a la canción de protesta. Cualquiera puede hacer una mala canción y cantarla mal con tal de que la letra sea de protesta, contra algo.

Recuerdo que en mi juventud, -helas, bien lejana- el teatro de tesis hizo su aparición. En Francia y en España no se oían sino sermones sobre todas las cosas, y el latiguillo, que era la demagogia rampante, en vez de sacudir a los espectadores, los adormecía tediosamente. No hay nada tan fugaz como un predicador y, sin darse mucha cuenta, los comprometidos quieren que sean así los escritores. Es bien sabido que Carpentier, el genial novelista cubano, es de extrema izquierda, porque de otra manera sería mal mirado por los militantes izquierdistas. Pero Carpentier es intemporal, tanto como Borges o como García Márquez y creador de universos que están fuera de la lógica política y de la línea revolucionaria. Y eso, precisamente eso, es lo que quiere el lector, ansioso de escaparse de la obra de arte, sometida a los rigores de la dialéctica. También de los trucos que notoriamente se preparan para que sobrevenga la aprobación de los clanes políticos, de los grupos de izquierda, siempre a la expectativa de cualquier desviación doctrinaria.

Borges no es, ciertamente, y por fortuna un escritor comprometido. Sus opiniones sobre Vietnam y la miseria no tendrían, por otra parte, mucho valor e importancia. Su reino no es de este mundo. Pero, ¿es por ello Jorge Luis Borges menos indispensable?

Paradójicamente hay un sector de la vida intelectual que está resultando cada día más impermeable a la ola de fanatización y a la demanda de compromiso. La esfera política a la cual le correspondería profesionalmente resolver los problemas de la miseria y de la guerra, es el sitio donde hoy nadie se compromete, nadie quiere comprometerse, y a la cual no se le exigen definiciones. Cuando ya no se puede ir a un teatro, o a un cine, casi ni a un encuentro de boxeo sin que se obligue al espectador cautivo a que tome partido, las reuniones políticas y las propias cámaras son el sitio predilecto de quienes no quieren comprometerse.
Los discursos en la plaza pública y en las corporaciones del Estado son un hábil ejercicio para eludir la confrontación que en cambio se le ofrece a los espíritus religiosos cuando quiera que entran a una iglesia. Pero el universo de las letras se ha llenado de políticos frustrados. Ni la política, ni la literatura han ganado nada con este intercambio de objetivos, pero éste ha contribuido a echar un poco más de confusión en una época ya de por si eminentemente compleja. Así el pobre ser humano que quisiera pasar un rato en el misterioso ámbito de las letras, sin ninguna conexión con la realidad, encuentra esta última condición plenamente llenada por los editoriales de los diarios y los discursos de los Congresos. Es como si en una ciudad se hubieran cambiado todas las observaciones del tránsito, los nombres de las calles y los números de las casas para desorientar al enemigo.


Revista Visión, México D.F., Mayo 8 de 1971
El Sueño en Vigilia

DICCIONARIO DE LA IRREAL ACADEMIA DE LA LENGUA VIPERINA

Por: Alvaro Camacho Andrade

Abrebocas: Odontólogo
Alamedas: Me das libertad
Amparado: Sindicalistas
Atípico: Te doy un beso
Atormentados: Dos mentas para el dios nórdico del trueno
Automática: Arreglo floral para el carro
Autorizar: Hacerse uno mismo la permanente
Bucólico: Fantasma con dolor de estomago
Canario: Pastor alemán
Cantimplora: El perro pide comida
Cimiento: Acepto mi falta
Contusa: Mazorca
camachoalvaro@yahoo.es

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El Correo #22

Pereira, Junio 29 de 2006 # 22

BAGATELAS*
Periodismo para la memoria

Por Alonso Molina Corrales

Históricamente, Pereira ha sido una plaza liberal y eso ha determinado que los puestos del ejecutivo local hayan sido ocupados casi siempre por personas de esa filiación y que su Concejo haya estado compuesto por un número mayoritario de afectos a la bandera roja.

Acorde con la tradición bipartidista, la otra formación de relevancia en Pereira ha sido la conservadora, que ha tenido la oportunidad de gobernar cuando las coyunturas políticas departamentales y nacionales lo han permitido.

Quizás por el carácter comercial de Pereira y el establecimiento embrionario de una actividad industrial vinculada a la transformación del café y a la confección de prendas de vestir, formaciones de orientación izquierdista, incursionaron con éxito en la vida política local y agitaron las banderas de la justicia social.

Marcaron época el Moir y la Unión Patriótica, que en diferentes etapas tuvieron presencia en el Concejo de la ciudad. La última, incluso, hizo parte del gobierno del primer alcalde popular de Pereira, Jairo Arango Gaviria, entre 1988 y 1990. Lamentablemente, el 6 de enero de 1989, murió asesinado el jefe máximo de esa agrupación en Pereira, Gildardo Castaño Orozco y entró a engrosar la trágica y larga lista de dirigentes de la UP, eliminados en forma sistemática.

No se puede dejar de mencionar la presencia de la Alianza Democrática M-19 en la Asamblea de Risaralda en el decenio de los noventa, con el excomandante de EPL, Marino Alzate, en lo que se constituye en el mejor ejemplo de un proceso exitoso de desmovilización de actores armados.

Tampoco la historia política de Pereira ha sido ajena a fenómenos significativos a nivel nacional. La Alianza Nacional Popular – Anapo, presidida por el General Gustavo Rojas Pinilla tuvo su cuarto de hora a finales del decenio de los sesenta y comienzos de los setenta, mientras otras fuerzas como la Democracia Cristiana llegaron a ocupar escaños en el cabildo local.

La historia política de Pereira demuestra como la hegemonía de los partidos tradicionales fue retada por otras corrientes, que incursionaron con éxito en el escenario electoral y garantizaron su presencia en ámbitos como el Concejo, reservados hasta ese momento a los voceros del liberalismo y el conservatismo.

En la actualidad; cuando los resultados de las elecciones del 12 de marzo y del 28 de mayo parecen mostrar unos partidos tradicionales quebrantados, incluso para algunos, heridos de muerte; ¿cuál será el papel que jueguen los relictos de las organizaciones políticas alternativas?

Muchas otras preguntas surgen al revisar la historia reciente y de seguro, sus respuestas servirán para vislumbrar el futuro del ejercicio político en la región y en la ciudad, confirmando una vez más, que en el pasado están las claves para la construcción del porvenir.

La Columna de Marulo

MUCHOS POETAS Y POCA POESÍA
Por: Edison Marulanda Peña
Se trata del XVI Festival Internacional de Poesía de Medellín, Primera Lectura en Pereira. En efecto, la noche del 27 de junio en el Teatro Santiago Londoño esta cita con la palabra y los artesanos de las letras permite una doble lectura.

Primera, si sólo se toma en cuenta la asistencia de manera cuantitativa fue un éxito. Se ocupó un 90 por ciento de la sala principal. Lo más esperanzador es que la mayoría del público es gente joven; que esta iniciativa de la Corporación Imaginarte tuvo el apoyo del Instituto de Cultura y una acertada estrategia de medios. Se ratifica así que “en Pereira hay gente para todo”.

La segunda, es evaluar la calidad de los poemas leídos. Y aquí si hay que decir con San Agustín: “Yo soy amigo de Platón, pero soy más amigo de la verdad”.

La jornada se dividió en tres segmentos. Los dos primeros se dedicaron a mostrar la producción de ocho poetas de la ciudad. El último, para la esperada lectura de los invitados: la joven Katia Chiari de Panamá; Al Hunter de Canadá, quien leyó en inglés y sólo dos de sus poemas traducidos al español se escucharon en la voz del profesor Carlos Saracay; y el decano de todos, Pedro de Oraá, cubano no exiliado.

No ser poeta o crítico literario no me inhabilita para hacer un juicio de valor como lector que soy, respecto de lo que se puede sentir al escuchar estas voces que cultivan uno de los géneros más exigentes, respetables y sonoros de la palabra. Debe ser por esto que el premio Nóbel ha sido entregado pocas veces a poetas –Juan Ramón Jiménez, Vicente Aleixandre, Gabriela Mistral, Pablo Neruda, entre otros- y sí a muchos novelistas.

Una frase certera de un estudiante de 7º semestre de literatura, Alberto Briceño, al abandonar el teatro, sintetiza el balance de la noche del martes: “Muchos poetas y poca poesía”, dijo.

De los ocho colombianos tres son docentes. Rubén Darío Rojas y Leonardo Fabio Marín, que han publicado libros, y una mujer que parecía hacer su debut. Los tres leyeron versos, pero nos quedaron debiendo la poesía.

No vale la pena repetir la manida discusión “si el artista nace o se hace”. El talento, si es que se posee, puede y debe complementarse con la formación, que amplía el horizonte y permite el encuentro gozoso con poetas mayores y menores. Pero esto exige, sin duda, rigor para cultivarse y autocrítica.

Tomarse la poesía por asalto para reducirla a panfleto anacrónico –hasta hace dos décadas esta degradación la llamaban “arte comprometido”- o echar mano de lugares comunes o carecer de elemental conocimiento para distinguir entre el ritmo y la insufrible cacofonía –como en el caso concreto del profesor Rojas- no ayuda a la prioridad de formar públicos para ésta y todas las artes.

En relación con los poetas internacionales hay que decir que lograron la comunicación íntima entre sensibilidades y regalar nuevas emociones. Esto al fin y al cabo, es lo que se desea y se aguarda de un buen poema: capacidad de conmover.

PD. Apoyo al abogado Carlos Humberto Isaza por su oportuna e indignada columna “Entre tu arte y mi arte, prefiero mi arte”, del sábado 24 de junio en La Tarde. Un poeta mayor nacido en Pereira, Eduardo López Jaramillo (q.e.p.d.) para referirse a la “posmodernidad” usaba la palabra “posmediocridad”.

Crónica
HOMENAJE A JAIME OCHOA OCHOA, GUARDIÁN DE LA MEMORIA
Por Alberto Rivera
Su casa es un laberinto hermoso poblado de libros y cuadros y una penumbra precisa para dialogar con la creación. El silencio que la puebla está hecho para que las páginas de sus miles de obras que guardan la memoria de la ciudad y de la literatura regional, salgan a dialogar con los visitantes. Es un lugar construido con carátulas, estantes, piezas indígenas, dibujos que llaman desde sus marcos y varias almas que comparten los días en medio de todo este escenario que parece salido de un poema. Allí habita Jaime Ochoa Ochoa, un profesor que hace 30 años comparte su vida entre tableros y libros; un padre inusual para sus obras que guarda celosamente y que alcanzan la cifra de 20 mil libros conseguidos en su mayoría tirados en la calle como huérfanos con suerte, cuando se encuentran con su protector. Allí funciona el Centro de Documentación del Eje Cafetero. No podría tener otro nombre diferente porque desde allí han nacido investigaciones, tesis de grado y miles de lectores ilustrados que se han acercado en medio de una amistad literaria a este recinto plagado de sabiduría. “Me motivó hacer esto el desconocimiento que había de la literatura de la región. Alguna vez pregunté sobre ello y me dijeron que no perdiera el tiempo habiendo tantas cosas en la literatura universal, latinoamericana y colombiana, porque en Pereira no encontraba nada. Pero es increíble la cantidad de material que hay sobre autores pereiranos que han escrito sobre todos los temas posibles. Cocina, meditación, historia, deportes, poesía, cuentos, novela, astronomía y crónica donde hay excelentes textos. Este género lo inició en Pereira Luís Tejada, quien marcó un hito en la memoria de la ciudad en este género. También Ricardo Sánchez y en la época actual Gustavo Colorado y Rigoberto Gil. Cuando empecé a recopilar libros las cosas giraban en torno a Luís Carlos González, pero hay personas a su alrededor como Benjamín Baena Hoyos, Euclides Jaramillo Arango y Adel López Gómez, pero antes de ellos hubo personajes como Alfonso Mejía Robledo quien empezó desde los 14 años dirigiendo un periódico. Se editaron más periódicos y revistas en la década de los años 10 al 20 del siglo pasado, que en la actualidad...” Su voz resuena en la noche y tiene público asegurado. Los libros lo escuchan desde las “graderías” que lo rodean en su casa y sus palabras sueltan datos, fechas, personajes, historias y en medio de esta tertulia se escuchan aplausos imaginarios que salen con vigor desde su biblioteca. “Todo esto me ha permitido conocer a los escritores, primero para recoger la obra que he ido adquiriendo con mi sueldo de maestro en los puestos de la calle, en su mayoría, o por donaciones de algunas entidades, o por obsequios de amigos. Sobre esto se ha hecho un trabajo biobibliográfico donde se consignan los datos del autor y una síntesis de sus obras y por supuesto la reseña respectiva del libro conseguido. Eso hay que publicarlo algún día...” Los autores de los municipios son su obsesión. Cuando empezó a recopilar libros le decían que si Pereira en literatura no tiene nada, qué van a tener los municipios. Pero ha enterrado esa tesis porque a través de un trabajo especial de reseñas ha descubierto que en las localidades existe un alto número de escritores, a muchos ni siquiera los conocen en su tierra porque han salido de ella a las grandes ciudades o al exterior, pero Jaime Ochoa los ha recuperado para la historia. “El escritor es hijo de su presente. Uno difícilmente puede adelantarse a su época en los procesos literarios. La gente ha sido muy apegada a su cotidianidad, la mayoría de los escritores nuestros han narrado nuestro medio. Salvo casos excepcionales. Hay autores con una talla más universal en el sentido que escriben o escribieron de temas foráneos, no tan provinciales, como Eduardo López Jaramillo y Alba Lucía Ángel, pero en esencia siguen siendo tan provincianos como el más provinciano de nuestros escritores, pero curiosamente el escribir sobre la provincia, como decía León Tolstoi, es la forma de ser universales, porque no es desde Pereira que podemos describir a París y no nos hacemos universales por escribir de Roma o de Londres. La literatura se hace universal porque está bien escrita, porque dice cosas importantes, porque pone a pensar a la gente, da pautas de reflexión, de conocimiento, de búsqueda... eso es lo que hace a un autor universal aunque escriba sobre las cosas más triviales de su provincia...” Como maestro afirma que hay que mercar libros; así como el padre de familia compra víveres para su hogar, no debe faltar una obra en su mercado porque hay que pensar no sólo en alimentar el cuerpo sino en alimentar la inteligencia, la capacidad de estudio de sus hijos, pues muchos de ellos no leen porque a su casa ni siquiera el periódico llevan y los jóvenes están más pendientes del televisor y de la música de moda. “Haber constituido esta biblioteca me ha permitido formar parte de la Academia Pereirana de Historia, una entidad sin ánimo de lucro, con propósitos muy nobles sobre la ciudad como recuperar la verdadera historia de Pereira con los nuevos estudios que se están haciendo, con las investigaciones que se están proyectando y con los descubrimientos a través de las excavaciones y hallazgos. Pienso que la historia de la ciudad va a cambiar mucho. El propósito por el momento es fortalecer ese trabajo de investigación y tratar de llevar una nueva visión más acorde con la historia...” De inmediato su espíritu histórico salta del estante a sentarse en el mueble de la sala, porque se siente aludido y quiere escuchar la noticia que le permitirá seguir vivo... “Hemos recibido de la Alcaldía el archivo de la Notaría Primera desde 1875 a 1972. Allí no se ha trabajado mucho, pero la cantidad de información para cambiar un poco la mentalidad de lo que fue Pereira va a ser muy importante, porque nos va a dar una visión muy amplia de la historia de la ciudad. Ahora tenemos el proyecto de poner en marcha el Museo Histórico y Arqueológico de Pereira, que gracias al alcalde, Juan Manuel Arango Vélez, nos permite constituirlo, ya tenemos más de mil piezas originales quimbayas, calimas y pijaos, que difícilmente se podrían encontrar en otras ciudades. Hay un dinero prometido para adecuar la sede del museo. Esperamos que llegue pronto...” Además Jaime Ochoa Ochoa es corrector de estilo. Raro que no lo fuera con las clases de buen lenguaje que ha recibido de sus libros. Allí intenta, como lo afirma, lograr una obra del autor bien presentada, sin errores ortográficos que no le perdonarían sus hijos si deja escapar el “duende” de imprenta. Su casa es un “infierno” para esos duendes, erradicados gracias a que sigue con rigor las normas del lenguaje. “En Pereira hay autores que producen mucho y eso es loable en una ciudad intermedia. Si nos comparamos con otras ciudades no hay una producción igual como la que se da en Pereira, donde además hay bastantes empresas editoriales. El pecado es que faltan canales de distribución porque la obra no llega, no se proyecta a nivel nacional. Los autores se quedan con las cajas llenas de libros en sus casas porque tienen 20 amigos que le compran la obra y el resto espera que se las regalen, entonces no hay mucha colaboración con los escritores...” La melancolía entra a hacer parte de esta visita tras pronunciar estas palabras. ¿De qué vale publicar una obra si no se proyecta como se debe? La reflexión busca llamar la atención de las entidades estatales para que apoyen mucho más a los artistas. Sin embargo, sabe que son palabras que se lleva el viento, porque el Estado no tiene oídos para escuchar estas quejas. “Mi padre fue un buen lector y de tanto verlo leer iba aprendiendo de su afición; sin que fuera un intelectual comentaba los libros que leía, de manera sencilla, y eso me fue quedando para alimentar este oficio. Inicié con una colección de Colcultura cuando los libros valían a tres pesos, en 1972, y logré completar la colección. Allí leí literatura universal, colombiana, historia y poesía. Eso debería hacerse con los escritores pereiranos. Claro que es una utopía la propuesta...” Inagotable es la palabra del sabio local. Las tertulias con Jaime pueden durar toda la vida porque las páginas de su conocimiento son tantas como las de sus 20 mil libros. Después de un tinto pasamos a hablar de la ciudad. Apenas estamos empezando...

EL SUEÑO EN VIGILIA

DICCIONARIO DE LA IRREAL ACADEMIA DE LA LENGUA VIPERINA

Por Alvaro Camacho Andrade

Acantilado: Motel japonés
Aciago: Indico la forma como procedo
Agilizar: Elevar de manera rápida la bandera
Agrónomo: Duende del campo
Aguacero: Cortar el servicio de acueducto por falta de pago
Alfileres: Eres ficha de ajedrez
Antipático: Individuo con fobia a los patos pequeños
Apegado: Boxeador
Autómata: Carro fantasma
Barman: Amante de Gartúbela
Buenos aires: Ventilador
Calistenia: Le robaron el cáliz al curita
camachoalvaro@yahoo.es

Eventos
Nuevos cursos de cine
La Corporación Cine Club BORGES, ubicada en la carrera 8 No 27-47 de Pereira, inicia un proceso de formación en cine básico, con dos grupos, así: Desde el sábado 8 de julio (duración 3 meses) de 1 a 3:30 p.m. Desde el martes 11 de julio (duración 3 meses) desde las 6:30 p.m. Informes al teléfono 3261231.

AGRADEZCO EL REENVIO DE ESTE MATERIAL Y LA PRESENTACIÓN DE NUEVOS CORRESPONSALES. TAMBIEN ESPERO COMENTARIOS Y APORTES PARA ENRIQUECER ESTE CORREO Y ESTE DIÁLOGO.

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El Correo #21

Pereira, Junio 22 de 2006 # 21

BAGATELAS*
Periodismo para la memoria

Por Alonso Molina Corrales

Al revisar la lista de alcaldes de Pereira, como para prepararnos para la pretemporada electoral, encontramos que hace cien años la ciudad era orientada por la mano diestra del General Valentín Deaza Zamora, quién hizo su carrera militar al lado del Generalísimo Tomás Cipriano de Mosquera y participó como comandante, en todas las guerras emprendidas por el liberalismo radical del Siglo XIX.

Intervino con éxito en la guerra civil de 1861, que le dio a la Nación la constitución aérea de Rionegro y fundamentó el régimen del Olimpo Radical. Fue también protagonista de la batalla de los Chancos, con la cual el general Julián Trujillo aplastó la revuelta de los conservadores de Antioquia, contra la institucionalidad federal de la época.

De ahí en adelante, su suerte estuvo amarrada a la mala fortuna del liberalismo, desplazado por el huracán regeneracionista de Rafael Núñez, que lo alejó por cincuenta años del poder político.

No se sabe si fue por los constantes fracasos de los radicales en los campos de batalla o por ser víctima fulminante de la mirada fina de la señorita Apolonia Muñoz Buriticá, con quien contrajo matrimonio, que Deaza colgó en Pereira su espada y abandonó las botas, para ponerse el traje de paisano y asumir el papel de hombre cívico, en una de las pocas ciudades donde ser liberal no era pecado. Por eso se entiende que haya sido alcalde en 1906, 1907 y 1908.

Como servidor público y ciudadano comprometido, echó sobre sus hombros obras tan importantes con la construcción de la Catedral de Nuestra Señora de la Pobreza, destruida por un terremoto en el primer año de su mandato, la inauguración del cementerio y la construcción de la primera sede del Hospital San Jorge.

Igualmente, como cabeza del ejecutivo pereirano, protagonizó una de las primeras manifestaciones de inconformidad contra el centralismo manizaleño, cuando lideró una comisión que les exigió a las autoridades de Caldas un tratamiento equitativo para el resto de municipios de la mariposa verde.

Deaza nació Chocontá en 1851 y murió en Pereira en 1933, rodeado por el aprecio de sus conciudadanos y con su esperanza de católico renovada. Los cruentos años de guerra, al lado de sus camaradas ateos y masones, no le arrebataron su fe religiosa, de la cual daba muestras tangibles.

Cien años después de su mandato como alcalde de Pereira, bien vale la pena recordarlo y rendir tributo a su aporte como pereirano por convicción.

*”Bagatelas, periodismo para la memoria”, se emite en el boletín cultural de la Emisora Remigio Antonio Cañarte (97.7), los miércoles y viernes a las 5:00 de la tarde.
EFEMÉRIDES COLÓN: 500 AÑOS
Por Álvaro Zuluaga Ramírez*
El 20 de mayo, se cumplieron 500 años de la muerte de quien integrara al ámbito de entonces, para bien o para mal, el territorio que se conocería como el “nuevo mundo”: Durante muchos siglos, filósofos, teólogos y hombres de ciencia habían asegurado que la Tierra era plana como un disco y estaba limitada porun mar infernal que se extendía, al oeste, más allá del cabo Finisterre y del estrecho de Gibraltar, situados en los extremos occidentales del mundo conocido. Ese océano, afirmaban, no era navegable, y todo aquel que se aventuraba por sus aguas no regresaba nunca, engullido por sus terribles abismos o devorado por los numerosos monstruos que lo poblaban. Cristóbal Colón no fue el primero en creer que la Tierra era redonda, pues en su tiempo eran ya muchos quienes sostenían esta tesis. En todos los puertos europeos se contaban historias semilegendarias de hombres que habían atravesado aquel enorme mar y encontrado tierra al otro lado, por lo que no debía de ser imposible seguir su ejemplo y alcanzar por vía marítima el extremo oriental de Asia, tal como Marco Polo había hecho por tierra. Ese fue el propósito de Colón, quien no podía sospechar que entre Europa y las míticas Catay y Cipango (nombre que sus contemporáneos daban a China y Japón) había nada menos que un continente ignorado por todos. Este desconocimiento hizo que protagonizase la hazaña individual más importante de la historia de la humanidad aunque muriera sin tener conciencia de ello. Su interés científico se centraba básicamente en dos problemas, la naturaleza de los conocimientos geográficos que le llevaron a concluir que era posible un camino occidental hacia las Indias, y sus posibles contribuciones a la navegación. Giovanni Colombo y Susana Fontanarossa fueron los padres de Cristóbal, nacido en Génova en 1451. Las noticias sobre su juventud son escasas y de dudoso crédito, pues proceden en su mayoría de la “Historia del Almirante”, escrita por su hijo Hernando mezclando hechos verídicos con episodios fantásticos. Parece cierto que trabajó en el taller de su padre, tejedor de oficio, hasta que se hizo a la mar cuando aún no había cumplido los dieciocho años. Puesto que Génova era una importante ciudad-estado de gran tradición marinera, Cristóbal no tuvo dificultades para seguir su vocación ni para aprender las artes de la navegación y la cartografía, lo que hizo de un modo autodidacta. Existen documentos de numerosos viajes primerizos de Colón, entre los que destacan uno a Islandia, diversas travesías por el Egeo y varias expediciones comerciales a Flandes y Portugal. Allí contrajo matrimonio con Felipa Moniz de Perestrello, hija de un importante personaje en la corte portuguesa, lo que le abrió un buen número de puertas importantes. En 1485 se trasladó a España y se presentó en el convento franciscano de La Rábida; a aquellos monjes, vinculados a las islas Canarias y al mundo marinero, no les fue difícil poner al genovés en contacto con Alonso Pinzón, armador que le llevó ante el duque de Medinaceli, quien, a su vez, le dio dinero y una elogiosa carta de presentación para los Reyes Católicos. El resto de la historia es bien conocida por todos. El 20 de mayo de 1506, solitario y abandonado, muere en Valladolid llevándose a la tumba el mayor error de su vida: la creencia de haber alcanzado el Asia Oriental. *Director Ejecutivo de la Academia Pereirana de Historia.

LA COLUMNA DE MARULO

EL CABALLERO

Por: Edison Marulanda Peña

Se cumplen 100 años del nacimiento de un hombre de letras y estadista liberal, Alberto Lleras Camargo. Y aunque nadie lo pregunte hoy, confieso que por su prosa de humanista, inteligencia cultivada, probidad, austeridad en la vida privada y pública, es el colombiano por el que más respeto y admiración siento.

Hace pocos días la mesa directiva del Congreso encabezada por Claudia Blum, le hizo un homenaje en losa de mármol con su nombre y unas fechas (1906-1990). Lo honran los políticos por su condición de estadista, pero ignoran que la mejor manera de exaltar al escritor de talento es reproducir su obra.

Esto último lo hizo en vida de Lleras –en 1987- el entonces Presidente de la República Virgilio Barco Vargas, al decidir la publicación de las “Obras Selectas”, que comprenden 10 tomos y 3 grabaciones de piezas antológicas de su oratoria.

Transcribo un fragmento del perfil que Hernando Téllez, otro brillante intelectual de su generación, tituló EL CABALLERO y publicó el 4 de agosto de 1945. (Después Lleras Camargo fue 2 veces Presidente, fue el primer Secretario General de la OEA, fundó y dirigió las revistas Semana (Colombia) y Visión (México), recibió 3 doctorados Honoris Causa, el Premio de Periodismo Simón Bolívar categoría Vida y Obra, entre otros).

“(…) Ama la conversación y lo divierte el dislate o el ingenio ajenos (…); tiene pocos amigos íntimos y muchos amigos políticos y eventuales; con los primeros es menos frío, un poco menos cerebral que con los segundos; los últimos se sienten atraídos, seducidos por el espectáculo de esa inteligencia mordaz, razonadora, recursiva y esbelta; los otros, que también admiran principalmente esa “condición”, hallan adicionados su admiración y su afecto, por la rectitud del corazón y la clara lealtad.

“El caballero no es ambicioso de poder y, sin embargo ejerce el poder, lo ha ejercido en el pasado y lo ejerce ahora, con plenitud, sin proponérselo y, además, íntimamente fastidiado, ha sido Presidente de la República (…); hubiera no querido ser un político, sino un literato, pero la literatura se ha visto, en su caso, derrotada por la política; no le gusta mandar, y manda; no le gusta el ágora, la reunión multitudinaria y estruendosa, y en el ágora vive; le complacería desenvolver su existencia frente al sol campesino, por entre los tranquilos bosques de pinos y de sauces de su amplio valle natal o entre los altos muros de una biblioteca por cuyos ventanales entrara la luz a raudales y por ellos se pudiera ver el sereno paisaje de unas cándidas colinas o de unos sembrados de trigo; pero ha de vivir entre el tempestuoso mar urbano de la política (…).

“Las gentes dicen que no es simpático y que hay algo en él de recóndito que enfría el ademán, el ímpetu cordial, la caliente espontaneidad; de pronto se le hiela la sonrisa en los labios y sobre la frente aparece una dura raya vertical y en los ojos brilla una luz lejana: está pensando en otra cosa, distante, vaga, ajena al tema del interlocutor. El interlocutor se siente defraudado y molesto. La simpatía, en efecto, no es una condición de la inteligencia sino del temperamento (…).

“Un día escribió: ´Yo no tengo mérito en mi pobreza y ésta me importa una higa´. Orgulloso hasta los tuétanos, no vanidoso, esta frase que parece de un hijo de Esparta, denuncia su cartesiana convicción de que sólo la inteligencia es poderosa y sólo ella puede ofrecer y ofrece las mejores y más altas compensaciones a un espíritu recto.

“Cuando las tareas del poder político cesan eventualmente, avanzada la noche, el caballero vuelve a su casa; cae entre los amplios brazos fieles de una silla y se pone a leer un bello libro de poemas, una hermosa novela, un precioso tratado de historia…el caballero se llama Alberto Lleras”.

EVENTOS

Semana del cine independiente

El Cine Club BORGES, ubicado en la Carrera 8 No 27- 47, ha organizado entre el viernes 23 y el jueves 29 de junio, la Semana del Cine Independiente, en horarios de 3:45, 6:30 y 9:30 p.m, con las siguientes cintas:

Viernes: ANTES DE LA LLUVIA
Sábado: REQUIEM POR UN SUEÑO
Domingo: EL ULTIMO BESO (a las 3:30 hay cine infantil)
Lunes: EL JUEGO DE LAS LÁGRIMAS
Martes (a las 6:30 p.m.): PARIS FRANCIA
En horario de los clásicos vea CASABLANCA (3:45 y 9:30 p.m.)
Miércoles: ¿QUÉ HACER EN CASDO DE INCENDFIO?
Jueves: LA PISCINA
A las 6:30 vea Doberman

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