jueves, junio 04, 2009

Desde Las Termópilas

MEMORIAL DE AGRAVIOS
Por Alonso Molina Corrales
Una de las oportunidades que se vislumbran tras la noticia del escandaloso índice de desempleo atribuido por el Dane a Pereira, es aprovechar el consenso que hay entre buena parte de la dirigencia risaraldense sobre el tratamiento de tercera categoría que ha recibido el departamento por parte del Presidente Álvaro Uribe Vélez, para exigirle al gobierno nacional un respaldo acorde con el aporte de nuestra región a la riqueza nacional.
Si es insultante el documento Conpes donde, contra toda razón, se declara a Manizales como zona estratégica en materia logística; más preocupante es comprobar que la decisión comentada y la insistencia de Uribe Vélez en relación a la integración aeroportuaria del Eje Cafetero, obedezca a una vieja conspiración palaciega, destinada a arrebatarnos la supremacía regional e incluso, la posibilidad de satisfacer las necesidades materiales y espirituales de nuestros ciudadanos, con el objeto de beneficiar otras urbes, cuyas válidas aspiraciones no las legitiman para vulnerar los intereses de sus vecinos.
Al gradual desmonte de las agencias que el gobierno nacional tenía en Pereira, para pasarlas a Manizales o Medellín, en contravía de lo que la lógica aconseja y que comenzó con la administración Pastrana Arango, se suma la pobre presencia de los gobiernos de derecha en lo referente a la inversión pública en la zona.
Los más conspicuos amigos del régimen uribista en Pereira, se ven a gatas para señalar cuáles han sido las obras del Presidente en Risaralda y en su capital. Les sobran dedos de sus manos, pues después de listar a Megabus, la controversial obra que violentó la soberanía de la ciudad, tienen que empezar a hablar de la autopista del Café – una vergüenza para la dignidad del departamento- y el programa Familias en Acción (ambas iniciativas de Pastrana), para luego terminar con el barrio Tokio, como si desde hace mucho la ciudad no hubiera asumido por su cuenta la recepción y atención de los desplazados de la violencia, la intolerancia y la falta de oportunidades. ¿Creen ustedes que esto es un tratamiento justo?
Por tanto, me parece muy bien que ante la escalada del desempleo, exijamos un mayor compromiso del gobierno nacional, a través de herramientas como los documentos Conpes. Pero más allá de pedir el paliativo, Risaralda y su capital deben presentar un memorial de agravios, donde se diga claramente que la política centralista del régimen actual, perjudica nuestro proyecto como región; una relación en la que se señalen todas las afrentas contra un pueblo que ha afrontado con patriotismo las más difíciles pruebas y se listen los proyectos donde esperamos la ayuda del gobierno central, sin chantajes, ni condicionamientos.
Un gran documento que sea llevado y expuesto por una amplia y representativa delegación, para que el Presidente y sus ministros sepan que a través de las voces de sus integrantes es Risaralda la que habla y que después serán los votos los que griten. De pronto así nos escuchan.

No hay comentarios.: